EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces amando al Señor, siguiendo sus caminos, vivirás; el Señor, tu Dios, te bendecirá. Pero, si tu corazón se aparta, si te prosternas dando culto a dioses extranjeros, morirás. Te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición". (Oficio de Lecturas). La Palabra de Dios es muy clara y en nuestras manos está la elección por lo bueno y la bendición. Hay una expresión que dice: "Todo lo que me gusta, o es malo, o engorda, o es pecado". Y no es ninguna tontería ni hay que tomárselo a la ligera, cierto es que tiene su pizca de humor, pero ahí está la trampa. Esta expresión demuestra nuestra tendencia a lo malo (pecado original). Pero Dios nos pone otra opción para darnos vida y, en nuestras manos está elegirla. Elegir lo malo nos da un gozo inmediato y pasajero; elegir lo bueno nos provoca un gozo sólido y permanente. Podríamos pensar que porqué lo malo produce gozo. Simplemente, si no produjera gozo, nadie lo elegiría. La clave para saber elegir bien esta en discernir que si lo que ofrece el mundo es, aparentemente, bueno; lo que ofrece Dios es, realmente, muchísimo mejor. Por ello, pidamos al Señor un buen y sensato discernimiento que procure lo mejor para nuestra vida y, aunque me atraiga lo mundano, sea capaz de rechazarlo para elegir el bien de Dios. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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