EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "...ahora, como cristianos, sois luz." (1ª Lectura). San Pablo podría decir que somos luz directamente, pero lo condiciona a ser cristianos y ahí está nuestra responsabilidad. Porque la luz puede servir para bien o para mal, para guiar un buen camino o para desviarlo. Y el cristiano estará siempre en "la picota", por lo que hace o por lo que deja de hacer. Pero lo que "primerea" son las buenas obras, la buena luz. Es verdad que en el corazón llevamos inscrito la bondad de Dios por eso tendemos a lo bueno. Pero esta bondad a veces se eclipsa, se desvirtúa, por eso necesitamos ir a la "fuente", para regenerar lo "primigenio". El salmo de hoy es muy ilustrativo: "Será como un árbol plantado al borde de la acequia: da fruto en su sazón, y no se marchitan sus hojas; y cuanto emprende tiene buen fin". Pues que el Señor nos ilumine para ser buena luz, nos abra el corazón para amar bien, nos enseñe para enseñar bien y nos eduque para ser buen evangelizador. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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