EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?" (Evangelio del día). Una pregunta que encierra una preocupación. Deseo salvarme, ¿qué tengo que hacer? Pero, puede surgir otra pregunta, ¿de qué me tengo que salvar? Escudriñando estas preguntas veremos que está Dios por medio. En el fondo de nuestro corazón está inscrito este deseo. Nosotros lo buscamos en la fe católica, otro en otros credos, pero todos lo buscan en "un algo" que lo trasciende. Y este deseo es superar nuestras limitaciones, contingencias, errores, tentaciones y pecados. Porque, desde nuestro interior, sabemos que esto nos destruye. Jesús nos indica dos claves: "Esforzaos en entrar por la puerta estrecha" y "hay últimos que serán primeros y primeros que serán últimos". Hay otros que busca este "deseo salvador" en la New Age y, aquí, se estrellan o, si son víctimas, lo estrellan. Porque esta "filosofía", por un lado se centra en el hombre y "su energía", sin incluir la Gracia de Dios. Y, por otro lado, invocan espíritus que no son de Dios. Qué Dios nos asista con su gracia. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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