200 profesionales de la Sanidad Pública se concentraron este domingo ante el hospital madrileño de La Paz para recordar que «el feto también es nuestro paciente». Opinan que la reforma del aborto «va en el camino correcto», pero piden que, en el debate, no se ponga la ideología «por encima de los conocimientos científicos» que presentan al no nacido como un ser humano y, por tanto, como «un fin en sí mismo»
Noticia digital (03-III-2014)
«El deber de sanar y defender la vida humana, aliviar el dolor, consolar y acompañar» es, según el juramento hipocrático, la vocación de todo profesional sanitario. Y son muchos los médicos convencidos de que esta vocación es del todo incompatible con el aborto. Entre ellos, están los profesionales de la Sanidad Pública que han constituido la plataforma Batas Blancas por la Ciencia. 200 de ellos se concentraron este domingo en las puertas del Hospital General la Paz para hacer pública su postura.
El manifiesto que leyeron comienza recordando que su Código Deontológico afirma: «El ser humano es un fin en sí mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la muerte. El médico está obligado en cualquiera de sus actuaciones, a salvaguardar la dignidad e integridad de las personas bajo sus cuidados».
Entre ellos ocupa un lugar destacado el feto, que «también es nuestro paciente» y «hemos de poner todos nuestros conocimientos a su servicio». Por el contrario, «el aborto no es un acto médico», pues cualquier acción que no proteja la vida humana en todas sus fases «no entra dentro de nuestro cometido». En consecuencia, «no debería ejercerse en centros sanitarios de titularidad pública ni debería ser financiado con los impuestos de todos».
Llamada a recuperar el debate científico
En opinión de estos profesionales, «el actual anteproyecto de ley va en el camino correcto para evitar las prácticas abortivas, así como la banalización del debate». Al mismo tiempo, advierten de que en dicho debate «ciertas ideologías o los eslóganes de otra época no deberían ponerse por encima de los conocimientos científicos». La sociedad «no puede cerrar los ojos a los conocimientos actuales sobre la gestación humana». En consecuencia, los profesionales piden que «los legisladores y los medios informativos» presten atención a los avances científicos.
«No se está prestando voz a los profesionales sanitarios en este debate», y «se está ocultando información a los ciudadanos sobre qué es en realidad un aborto, cómo afecta al feto, así como sobre los efectos físicos y psicológicos que el síndrome post-aborto tienen sobre la madre». Esto afecta de forma especial a la mujer que se plantea abortar, y que «tiene derecho a conocer el desarrollo intrauterino de su hijo y el procedimiento por el que será eliminado».
En relación con el aborto eugenésico, los profesionales recuerdan que «los avances científicos permiten conocer con mucha más precisión que hace unos años la salud del feto», y realizar «cada vez más intervenciones en el seno materno». Tampoco «nos parece legítimo argumentar la falta de medios económicos como criterio para decidir si se acaba con una vida humana». Por último, piden que sea «respetado el derecho a la objeción de conciencia» de «todos aquellos profesionales que atiendan a la mujer embarazada en riesgo de abortar».
María Martínez López
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