MADRID, 28 Mar. 14 / 01:20 am (ACI/EWTN Noticias).- El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, destacó en su carta pastoral semanal la propuesta del Papa Francisco de dedicar “24 horas para el Señor”, de manera que al menos una iglesia en toda la diócesis quede abierta del 28 al 29 de marzo con adoración eucarística y confesores disponibles; una iniciativa que servirá para que los fieles vuelvan al amor misericordioso de Dios.
"Vale la pena prepararse para la Pascua, porque en ella celebramos el paso del Señor por nuestra vida. Jesucristo ha pasado de la muerte a la vida, muriendo en la cruz y resucitando glorioso, y quiere hacernos pasar a nosotros por esa transformación", aseguró Mons. Fernández.
Explicó que "un punto clave de la preparación para la Pascua es la conversión, cambiar de vida, dejar los malos pasos y volver a Dios. Para eso, es necesario entrar en relación con Dios por la oración para constatar que él nos espera siempre y está dispuesto a abrazarnos con misericordia".
Por eso animó a que se le dedique tiempo para estrechar la relación con Dios. "Unos Ejercicios Espirituales, un retiro, un tiempo dedicado sólo al Señor. De ahí, esta iniciativa del Papa, '24 horas para el Señor', para que dejando toda otra ocupación o interés nos pongamos a la escucha de Dios, en la lectura de la Palabra, en la oración silenciosa, en la adoración eucarística".
Mons. Fernández explicó en la carta que el sacramento del perdón es también fundamental para dejar "entrar a Dios en nuestra vida”. "Nos duele el pecado, que ha ofendido a Dios, nos deja rotos por dentro y nos aleja de los demás", afirmó, y explicó que "sólo Dios puede hacerlo".
"Lo mejor que podemos hacer es dejarnos querer por Dios, un amor que sana nuestras heridas, perdona nuestros pecados y nos fortalece en nuestros puntos flacos. Y él nos iluminará lo que tenemos que hacer para cambiar de vida", aseguró el Obispo.
Dijo que "a la persona humana le cuesta reconocer sus errores y busca justificaciones y excusas por todas partes. Pero ante Dios eso no vale", porque "ante Dios no hemos de tener miedo, porque él no viene a condenarnos, sino a perdonarnos, a ayudarnos a recorrer un camino de salvación. Dios nos ha enviado a su Hijo para que recorra ese camino y sea él mismo nuestro salvador".
"El Hijo hecho hombre asume el peso de nuestros pecados en la cruz, paga por nosotros la deuda de nuestras fechorías, y resucita glorioso del sepulcro, vencedor de la muerte, inaugurando una vida nueva para él y para nosotros", recordó.
En ese sentido, explicó que el tiempo de Cuaresma "nos invita a volver a Dios, y al encontrarnos con él, constataremos que él nos estaba esperando con la mesa puesta.
Cerrados en nosotros mismos, nos parece imposible salir de nuestras miserias. Entrando en el corazón de Dios, nos sentimos ensanchados, porque él no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva".
Por eso, estas “24 horas para el Señor” son "un ejercicio de cuaresma, que consiste principalmente en volver a Dios, entrar en la órbita de su amor misericordioso, dejarse querer por él y ablandado nuestro corazón, confesar nuestros pecados, sabiendo que él siempre nos perdona, nos renueva y nos impulsa a seguir por el camino del bien".
No hay comentarios:
Publicar un comentario