Ary Waldir Ramos Díaz
“Yo soy orgullosamente de origen indígena”. Así inicia su discurso Natalia Lizeth López López, una niña mexicana de 11 años que conmueve al mundo al hablar de valores, raíces ancestrales y diversidad cultural.
El vídeo de Natalia ha sorprendido y es un fenómeno en las redes sociales debido a su capacidad de oratoria y palabras dignas de un líder.
Natalia estudia en la escuela primaria Rodolfo de León Garza, en Escobedo, México y está asombrando al mundo por su tierna edad y gallarda postura de luchadora civil por los derechos de los indígenas y por un país multiétnico. Una arenga que hace un llamado a los valores de la familia, la comunidad y la cultura indígena.
La niña es de origen náhuatl viene de una familia humilde pero su mamá que hace el oficio de ambulante le estimula a superarse: “Mi mama me pide que lea 30 minutos al día”.
El video fue grabado en marzo de 2013 cuando fue llamada a hablar como “diputada por un día” ante el Congreso del Estado de Nuevo Léon, pero la red le ha dado una actualidad anacrónica debido a sus palabras y a la ola de seguidores que continua a crecer hasta volverse un fenómeno de comunicación global.
Ella, que cursa el sexto grado y vive en una colonia humilde en la periferia llamada Andrés Caballero, ahora es una heroína que conmueve por sus palabras cargadas de inocente convicción, porque el problema, señala, es que los adultos se olvidaron de algo importante: “no estamos practicando valores”. Por ello dice: “falta armonía en nuestra sociedad”.
Sus palabras dejan con la boca abierta:
El vídeo de Natalia ha sorprendido y es un fenómeno en las redes sociales debido a su capacidad de oratoria y palabras dignas de un líder.
Natalia estudia en la escuela primaria Rodolfo de León Garza, en Escobedo, México y está asombrando al mundo por su tierna edad y gallarda postura de luchadora civil por los derechos de los indígenas y por un país multiétnico. Una arenga que hace un llamado a los valores de la familia, la comunidad y la cultura indígena.
La niña es de origen náhuatl viene de una familia humilde pero su mamá que hace el oficio de ambulante le estimula a superarse: “Mi mama me pide que lea 30 minutos al día”.
"Pertenezco a las Marías que señalan en las calles por vestir diferente o hablar una lengua antigua, el náhuatl, aunque vivo en una gran ciudad de Nuevo León, mis padres se encargan de enseñarme el valor de mis raíces de Veracruz “ afirma.
El video fue grabado en marzo de 2013 cuando fue llamada a hablar como “diputada por un día” ante el Congreso del Estado de Nuevo Léon, pero la red le ha dado una actualidad anacrónica debido a sus palabras y a la ola de seguidores que continua a crecer hasta volverse un fenómeno de comunicación global.
“Yo soy nahual hablo lengua nahual porque mi madre me enseña, pero siento una gran pena por no conocer el totonaca que mi padre lleva en su corazón (…) y aunque a veces se me ha humillado o minimizado, soy feliz, porque sé que soy parte de las grandes raíces de México”, asegura orgullosa.
Ella, que cursa el sexto grado y vive en una colonia humilde en la periferia llamada Andrés Caballero, ahora es una heroína que conmueve por sus palabras cargadas de inocente convicción, porque el problema, señala, es que los adultos se olvidaron de algo importante: “no estamos practicando valores”. Por ello dice: “falta armonía en nuestra sociedad”.
Sus palabras dejan con la boca abierta:
“¿Por qué las diferentes etnias de nuestro país se están perdiendo, por qué no valoramos las riquezas de nuestras raíces, pues porque no estamos practicando valores, porque día a día dejamos de hacer buenas acciones y de preocuparnos por los demás, los adultos, se pierden en el estrés de la vida diaria, y le dan tanta importancia a las cosas materiales que nos ofrece la sociedad y olvidan lo verdaderamente importante, los valores?”, dice Natalia
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