Jesús Colina
A inicios del año 2013 nadie podía imaginar que en este mismo año el Papa Benedicto XVI anunciara su renuncia y que le sucedería un Papa procedente del continente americano, elegido hombre del año por Time y Facebook (encabeza la lista de temas más populares en ese año).
En algo más de nueve meses, el cardenal Jorge Bergoglio, que a sus 76 años pensaba en su retiro (llegó de Buenos Aires con billete de ida y vuelta), se ha convertido en el personaje más influyente del planeta.
Un sondeo realizado en inglés y español en Estados Unidos,publicado el 11 de diciembre por el Washington Post y ABC News, constata que nunca la opinión pública en ese país nunca había tenido una visión tan positiva de la Iglesia católica: el 62% de los estadounidenses no católicos tienen una visión favorable del Papa.
¿Qué ha hecho este Papa para conquistar el corazón de tantos millones de personas? A finales del año 2013 llega el momento de recordar esos momentos significativos que permiten responder a esta pregunta. Probablemente faltan elementos de respuesta. Podrá usted añadirlos usted en el recuadro de comentarios al final de este artículo.
1. La elección
En la noche del 13 de marzo, la elección del Papa Francisco se convirtió en uno de los eventos planetarios del año 2013, como lo documenta Twitter: el anuncio de su elección generó en el mundo más de 130.000 tweets por minuto.
El inesperado Papa conquistó en pocos segundos a católicos y no católicos con el nombre elegido (Francisco, como el “pobrecillo” de Asís), con la sencillez de sus palabras (comenzó con un “buenas tardes”, saludo insólito en un Papa) y por la humildad: antes de impartir su bendición pidió en silencio oraciones por su ministerio.
2. El estilo
El Papa no ha conquistado los corazones con lo que ha dicho o hecho, sino más bien con la manera en que lo ha dicho y hecho. Su estilo es la diferencia. Es un estilo plagado de gestos inesperados en un Obispo de Roma, pero profundamente acordes con la esencia de su ministerio.
Al día siguiente de su elección, pagó personalmente la residencia religiosa de Roma en la que se había alojado en los días precedentes al cónclave. La decisión de vivir en la residencia del Vaticano, le ha permitido mantener un contacto diario con pastores y fieles de todos los continentes. Sus llamadas por teléfono a personas que le escriben pidiendo ayuda han creado una verdadera relación entre el Obispo de Roma y los fieles.
Al lavar los pies de una joven musulmana encarcelada, mostró mejor que con mil palabras el sentido del diálogo interreligioso el Jueves Santo. La capacidad para entablar una intensísima relación, en pocos segundos, con los enfermos, niños, pobres, necesitados… que participan en las audiencias generales hace de cada encuentro público una sorpresa.
La gente queda tocada porque en estos gestos no ven teatro: ven a un hombre que vive lo que dice y que dice lo que vive.
3. Hombre de Dios
Precisamente detrás de estos gestos, la opinión pública, y en particular los creyentes, descubren el auténtico secreto de Francisco: es un hombre de Dios. Un hombre de Dios no es alguien que se aleja del mundo o que lo rechaza: al contrario, es alguien que vive entre sus hermanos para convertirse en caricia de Dios para ellos.
Esta dimensión de Francisco nace de su vida de oración. Su espíritu místico quedó reflejado elocuentemente el Viernes Santo, cuando se postró totalmente por tierra para adorar a la Cruz de Cristo.
Quienes asisten en las mañanas a la misa diaria que celebra en su residencia en Santa Marta ven en él a un “hombre de Dios”. La homilía que pronuncia sin papeles en esas Eucaristías se convierte en motivo de meditación cotidiano para millones de personas que leen la síntesis en Internet. De este modo, sin quererlo, Francisco se ha convertido en un místico del siglo XXI en las redes sociales: con imágenes coloridas, como buen argentino, logra explicar las más profundas verdades de fe y vida.
4. Su programa
El programa pastoral de este Papa fundamenta todos estos gestos y eventos. Quedó ya sintetizado al tomar su nombre como pontífice. El cardenal franciscano brasileño Claudio Hummes, se encontraba junto él durante la elección en la Capilla Sixtina. “No te olvides e los pobres”, le dijo. Jorge Bergoglio pensó espontáneamente entonces en el nombre de Francisco como su mejor programa de pontificado: pobreza evangélica.
La humildad le llevó a tomar una decisión insólita: su primera encíclica (el documento con el que los Papas suelen plantear su programa pastoral) no la escribiría solo. Más bien decidió basarse en la encíclica que ya había redactado Benedicto XVI, “Lumen fidei” (La luz de la fe) y que había quedado inédita.
Y volvió a sorprender al plantear de manera detallada los puntos fundamentales del programa pastoral del futuro de su pontificado en la exhortación apostólica “Sobre el anuncio del anuncio del Evangelio en el mundo actual”, firmada el 24 de noviembre, la"Evangelii Gaudium" (La alegría del Evangelio). En este documento abre para la Iglesia “una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría”.
5. Sus viajes
Por último, no sería posible explicar el “efecto Francisco” sin sus viajes. Está viajando menos que Benedicto XVI y que Juan Pablo II (ha realizado tres viajes dentro de Italia y tan sólo uno al exterior), pero su impacto ha sido muy fuerte. Su primer viaje, el 8 de julio, tuvo como objetivo Lampedusa, la isla italiana que recoge todos los años centenares de cadáveres de personas que se han echado a la mar, desde las costas africanas, huyendo de la violencia o simplemente en búsqueda de un futuro digno.
Pero su estilo pastoral ha quedado marcado sobre todo por la visita a Brasil del 22 al 29 de julio de 2013. La Jornada Mundial de la Juventud, según Twitter, fue uno de los eventos mundiales con mayor seguimiento en ese mes. Los tres millones de jóvenes congregados en Copacabana comprendieron que no hay mejor equipo que el que pueden crear juntos jugando para Dios.
La luna de miel de este pontífice con los periodistas parecía que duraría, como de costumbre, unos cien días. La rueda de prensa de regreso de Brasil era la oportunidad para tender trampas al nuevo Papa. Las respuestas del pontífice fueron toda una avalancha de confidencias y verdades surgidas del corazón. Su declaración sobre las personas homosexuales se convirtió en una de las frases más citadas en la historia de Internet: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.
Los periodistas quedaron confundidos. Bergloglio había superado sus trampas. Acababa él mismo haciéndose las preguntas que los informadores no se atrevían a plantear. Su estilo ha hecho que el Parlamento Europeo le declare “Comunicador del año”. Toda una paradoja si se tiene en cuenta que rumbo a Brasil el Papa explicaba así por qué normalmente no concedía entrevistas: “Verdaderamente no concedo entrevistas, pero porque no sé, no puedo, es así. No me resulta fácil hacerlo”….
Estas son las cinco claves que, desde mi punto de vista, explican el “efecto Francisco”. Seguramente se me han escapado elementos importantes. Usted puede escribir en el recuadro de los elementos qué faltan, en qué no está de acuerdo, o simplemente su reacción ante la figura de este Papa.
En algo más de nueve meses, el cardenal Jorge Bergoglio, que a sus 76 años pensaba en su retiro (llegó de Buenos Aires con billete de ida y vuelta), se ha convertido en el personaje más influyente del planeta.
Un sondeo realizado en inglés y español en Estados Unidos,publicado el 11 de diciembre por el Washington Post y ABC News, constata que nunca la opinión pública en ese país nunca había tenido una visión tan positiva de la Iglesia católica: el 62% de los estadounidenses no católicos tienen una visión favorable del Papa.
¿Qué ha hecho este Papa para conquistar el corazón de tantos millones de personas? A finales del año 2013 llega el momento de recordar esos momentos significativos que permiten responder a esta pregunta. Probablemente faltan elementos de respuesta. Podrá usted añadirlos usted en el recuadro de comentarios al final de este artículo.
1. La elección
En la noche del 13 de marzo, la elección del Papa Francisco se convirtió en uno de los eventos planetarios del año 2013, como lo documenta Twitter: el anuncio de su elección generó en el mundo más de 130.000 tweets por minuto.
El inesperado Papa conquistó en pocos segundos a católicos y no católicos con el nombre elegido (Francisco, como el “pobrecillo” de Asís), con la sencillez de sus palabras (comenzó con un “buenas tardes”, saludo insólito en un Papa) y por la humildad: antes de impartir su bendición pidió en silencio oraciones por su ministerio.
2. El estilo
El Papa no ha conquistado los corazones con lo que ha dicho o hecho, sino más bien con la manera en que lo ha dicho y hecho. Su estilo es la diferencia. Es un estilo plagado de gestos inesperados en un Obispo de Roma, pero profundamente acordes con la esencia de su ministerio.
Al día siguiente de su elección, pagó personalmente la residencia religiosa de Roma en la que se había alojado en los días precedentes al cónclave. La decisión de vivir en la residencia del Vaticano, le ha permitido mantener un contacto diario con pastores y fieles de todos los continentes. Sus llamadas por teléfono a personas que le escriben pidiendo ayuda han creado una verdadera relación entre el Obispo de Roma y los fieles.
Al lavar los pies de una joven musulmana encarcelada, mostró mejor que con mil palabras el sentido del diálogo interreligioso el Jueves Santo. La capacidad para entablar una intensísima relación, en pocos segundos, con los enfermos, niños, pobres, necesitados… que participan en las audiencias generales hace de cada encuentro público una sorpresa.
La gente queda tocada porque en estos gestos no ven teatro: ven a un hombre que vive lo que dice y que dice lo que vive.
3. Hombre de Dios
Precisamente detrás de estos gestos, la opinión pública, y en particular los creyentes, descubren el auténtico secreto de Francisco: es un hombre de Dios. Un hombre de Dios no es alguien que se aleja del mundo o que lo rechaza: al contrario, es alguien que vive entre sus hermanos para convertirse en caricia de Dios para ellos.
Esta dimensión de Francisco nace de su vida de oración. Su espíritu místico quedó reflejado elocuentemente el Viernes Santo, cuando se postró totalmente por tierra para adorar a la Cruz de Cristo.
Quienes asisten en las mañanas a la misa diaria que celebra en su residencia en Santa Marta ven en él a un “hombre de Dios”. La homilía que pronuncia sin papeles en esas Eucaristías se convierte en motivo de meditación cotidiano para millones de personas que leen la síntesis en Internet. De este modo, sin quererlo, Francisco se ha convertido en un místico del siglo XXI en las redes sociales: con imágenes coloridas, como buen argentino, logra explicar las más profundas verdades de fe y vida.
4. Su programa
El programa pastoral de este Papa fundamenta todos estos gestos y eventos. Quedó ya sintetizado al tomar su nombre como pontífice. El cardenal franciscano brasileño Claudio Hummes, se encontraba junto él durante la elección en la Capilla Sixtina. “No te olvides e los pobres”, le dijo. Jorge Bergoglio pensó espontáneamente entonces en el nombre de Francisco como su mejor programa de pontificado: pobreza evangélica.
La humildad le llevó a tomar una decisión insólita: su primera encíclica (el documento con el que los Papas suelen plantear su programa pastoral) no la escribiría solo. Más bien decidió basarse en la encíclica que ya había redactado Benedicto XVI, “Lumen fidei” (La luz de la fe) y que había quedado inédita.
Y volvió a sorprender al plantear de manera detallada los puntos fundamentales del programa pastoral del futuro de su pontificado en la exhortación apostólica “Sobre el anuncio del anuncio del Evangelio en el mundo actual”, firmada el 24 de noviembre, la"Evangelii Gaudium" (La alegría del Evangelio). En este documento abre para la Iglesia “una nueva etapa evangelizadora marcada por la alegría”.
5. Sus viajes
Por último, no sería posible explicar el “efecto Francisco” sin sus viajes. Está viajando menos que Benedicto XVI y que Juan Pablo II (ha realizado tres viajes dentro de Italia y tan sólo uno al exterior), pero su impacto ha sido muy fuerte. Su primer viaje, el 8 de julio, tuvo como objetivo Lampedusa, la isla italiana que recoge todos los años centenares de cadáveres de personas que se han echado a la mar, desde las costas africanas, huyendo de la violencia o simplemente en búsqueda de un futuro digno.
Pero su estilo pastoral ha quedado marcado sobre todo por la visita a Brasil del 22 al 29 de julio de 2013. La Jornada Mundial de la Juventud, según Twitter, fue uno de los eventos mundiales con mayor seguimiento en ese mes. Los tres millones de jóvenes congregados en Copacabana comprendieron que no hay mejor equipo que el que pueden crear juntos jugando para Dios.
La luna de miel de este pontífice con los periodistas parecía que duraría, como de costumbre, unos cien días. La rueda de prensa de regreso de Brasil era la oportunidad para tender trampas al nuevo Papa. Las respuestas del pontífice fueron toda una avalancha de confidencias y verdades surgidas del corazón. Su declaración sobre las personas homosexuales se convirtió en una de las frases más citadas en la historia de Internet: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?”.
Los periodistas quedaron confundidos. Bergloglio había superado sus trampas. Acababa él mismo haciéndose las preguntas que los informadores no se atrevían a plantear. Su estilo ha hecho que el Parlamento Europeo le declare “Comunicador del año”. Toda una paradoja si se tiene en cuenta que rumbo a Brasil el Papa explicaba así por qué normalmente no concedía entrevistas: “Verdaderamente no concedo entrevistas, pero porque no sé, no puedo, es así. No me resulta fácil hacerlo”….
Estas son las cinco claves que, desde mi punto de vista, explican el “efecto Francisco”. Seguramente se me han escapado elementos importantes. Usted puede escribir en el recuadro de los elementos qué faltan, en qué no está de acuerdo, o simplemente su reacción ante la figura de este Papa.
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