La ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, exigió ayer una “investigación internacional” sobre el presunto accidente de tráfico en el que murieron los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero y por el que fue condenado a cuatro años de cárcel el dirigente de Nuevas Generaciones del PP, Ángel Carromero. Aguirre visitó a Carromero en la prisión de Segovia, donde permanece internado desde su regreso a España, y aseguró que en breve se conocerán nuevas revelaciones sobre el caso. Esos datos, según ella, están ocultos porque era indispensable asumir la versión de Cuba para que el joven político fuera trasladado a España.
La presidenta del PP madrileño señaló también que había encontrado a Carromero “muy tocado” y expresó su deseo de que pronto le pueda ser concedido el tercer grado carcelario. Además, insistió en que no es ningún delincuente, algo que ya manifestó el sábado, cuando acudió a visitarlo pero se le impidió hacerlo al no haber solicitado permiso el recluso. Ayer, Aguirre acudió al penal acompañada de la vicesecretaria de Organización del PP madrileño, Gádor Ongil, quien no pudo entrevistarse con Carromero por el mismo motivo.
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