El próximo jueves día 8 de diciembre es un día muy especial para mí. Un día muy significativo en lo familiar y en lo apostólico, ampliamente vivido y disfrutado.
Mañana será un buen día para poner negro sobre blanco todos los sentimientos que rodean esa inolvidable jornada y dedicaré especial atención mis experiencias en torno a la Virgen de la Amargura de la Hermandad de los Afligidos de San Fernando. Ese día está expuesta en Besamanos en la Iglesia del Santo Cristo.
Pero eso será mañana porque hoy se agolpan tantos sentimientos que debo ponerlos en orden y no podría escribirlo transcribiendo todos en forma de palabras.
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