¡A MI BUEN AMIGO!

En estas fechas es, sin lugar a dudas, más fácil el escribir sobre los sentimientos e inquietudes personales. También es más fácil decirle a los amigos lo que sientes porque todo cuanto rodea a la celebración de la Navidad recalca más que aflore más la sensibilidad, no es que el resto del año no pensemos ni sintamos así, sino que, con el devenir diario, estamos ocupados en mil y un asuntos así como la actualidad demanda, en otros casos, nuestra atención.

Hoy es Navidad y quiero traer a este espacio a un buen amigo, que es un fiel seguidor del blog, al cual no veo mucho, pero que él sabe que los sentimientos de cariño y profunda amistad que nos unen son perdurable en el tiempo.

Lo conozco, también, de toda la vida. Es decir, somos cuarentones, y llevamos mucho tiempo de amistad, familiar, diría yo. Nuestras familias se conocen desde siempre, es normal en los pueblos o ciudades pequeñas, y desde que nos vimos hubo una especial empatía el uno con el otro.

Mi  buen amigo es un hombre cabal: Buen hijo, buen marido, buen padre, buen hermano y cuñado, BUEN AMIGO. Es un gran trabajador, creo que está desaprovechado pero la crisis y las circunstancias mandan. Es un buen católico, coherente, integrador, siempre con espíritu de colaborar, dialogante: AMIGO.

Es padre de dos criaturas que las quiere con delirio y marido de una mujer extraordinaria por como es. 

Mi gran amigo es humilde hasta la saciedad, pero esa humildad hace que brille por donde va por el sólo hecho de ser como es. ¡Qué difícil es que todos te quieran! Y eso lo consigues sin pestañear siendo, simplemente, como eres.

Tú, como nadie, sabes disculpar, sabes entender, sabes dar, te sabes entregar. Sólo te pido una cosa, que creo que me la vas a conceder, una tan sola: ¡No cambies nunca! Porque siendo así eres un auténtico referente como creyente y también en lo humano. Tu inmensa personalidad y humanidad te preceden, anticipan cuanto bueno se acerca para hacerse nuestro, de todos.

Cuando ya estoy llegando al final del artículo, que hoy no es mío sino tuyo, y como sé que eres seguidor de sedvalientes.blogspot.com, te dedico el artículo principal de hoy día de Navidad y también este blog que es el tuyo.

Querido Juan Carlos Muñoz Rivero, sabes que te quiero como eres y por lo que eres: ¡BUEN AMIGO!

Un fuerte abrazo y FELIZ NAVIDAD.