domingo, 18 de diciembre de 2011

EL PAPA PIDE QUE SE TRATE "CON DIGNIDAD Y JUSTICIA" A LOS PRESOS.


Benedicto XVI recuerda que la confesión tiene dos dimensiones, una divina y otra social.
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El Papa pide que se trate «con dignidad y justicia» a los presos
Diccionario Inteligente
18 Diciembre 11 - Roma - Ep
Benedicto XVI ha afirmado que los presos "son personas humanas que merecen, a pesar de su crimen, ser tratados con respeto y dignidad" y necesitan "nuestra atención" para evitar que "el detenido sea excluido". 


Durante su visita este domingo a la cárcel romana de Rebibbia, el Papa ha pedido a los gobernantes que renueven "la dignidad humana" de los presos y ha destacado que no deben "atacarla", por lo que ha reclamado que se ayude a los presos a "encontrarse a sí mismos y reconciliarse con Dios y con la sociedad", en una respuesta a una pregunta realizada por uno de los detenidos. 



Además, otro de los presos ha explicado que "muchos hablan ferozmente de nosotros" y posteriormente Benedicto XVI ha recordado que "sí, es cierto que muchos hablan ferozmente sobre vosotros, y también hablan ferozmente contra el Papa", aunque ha recordado que "estos sufrimientos" deben ayudarles "a levantarse". 



Por otra parte, el Papa ha subrayado que "allí donde hay un hambriento, un extranjero, un enfermo, un encarcelado, allí está Cristo mismo que espera nuestra visita y nuestra ayuda" y ha recordado que también Cristo "ha sufrido la experiencia de la cárcel, ha estado sometido a un juicio ante un Tribunal y ha sufrido la condena más feroz de la pena capital". 



El Pontífice ha llegado en torno a las 10.00 horas a la cárcel de Rebibbia y ha dirigido un discurso a 300 presos congregados en la capilla del recinto. Posteriormente, cinco presos han dirigido unas palabras y varias preguntas al Pontífice. 



En su discurso, Benedicto XVI ha recordado que el sistema carcelario se basa en dos fundamentos, "por un lado tutelar a la sociedad de eventuales amenazas y por otro reintegrar a quien ha errado sin romper su dignidad y excluirlo de la vida social". 



Asimismo, ha declarado que sabe que "el hacinamiento de las cárceles y el degrado pueden hacer la experiencia de la cárcel más amarga" y ha destacado que "ha recibido varias cartas de detenidos que lo subrayan". 




CONFESIÓN 


Además, otro de los presos ha preguntado al Pontífice por qué deben confesarse con un sacerdote y Benedicto XVI ha explicado que es cierto que el pecado "tiene dos dimensiones", una vertical "con Dios" y otra "social, horizontal" porque "aunque nadie lo sepa, he dañado la comunión de la Iglesia, por lo que debe ser absuelto también en el nivel de la comunidad de la Iglesia". 



Según ha explicado el Pontífice, también a través de la confesión con un sacerdote, el cristiano "tiene la certeza casi corporal de que Dios le ha perdonado".



POBREZA EN ALEGRIA 

Por otra parte, ha recordado su anterior viaje a Benin y ha destacado que en Africa "ha visto la alegría de vivir a pesar de la pobreza" que "aquí en Europa y en los países ricos está a veces ausente, porque se llena la vida con problemas". 



Así, el Papa ha destacado que "tener grandes propiedades no significa tener necesariamente la felicidad" y ha declarado que precisamente tener riquezas "es casi negativo, porque me impide vivir verdaderamente". Según ha declarado ante cientos de presos, las cosas materiales "no tienen la última palabra". 



No obstante, ha declarado que cada uno "tiene que intentar que salgan de la pobreza" y ha pedido a la comunidad internacional que "ayuden a los países pobres". 



Por ello, ha afirmado que es importante que "las instituciones promuevan un análisis de la situación carcelaria actual, verifiquen las estructuras, los medios, el personal para que los detenidos no sufran una 'doble pena' y promuevan también un desarrollo del sistema carcelario" que "sea adecuado a las exigencias de la persona humana". 



Por otra parte, el Papa ha recordado que la justicia divina y la humana son muy diferentes, pero ha recordado que los hombres "deben mirar al menos mirar a la justicia divina" y ha destacado que, para Dios "no hay una acción justa que no sea también un acto de misericordia y de perdón y al mismo tiempo, no hay una acción misericordiosa que no sea perfectamente justa". 



Tras bendecir un ciprés colocado en el jardín de la cárcel, el Papa ha deseado una Feliz Navidad a los presos y se ha dirigido en coche hasta el Vaticano para rezar el ángelus desde la ventana de su apartamento. 

larazon.es

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