La libertad es uno de los derechos fundamentales de todos los seres humanos. Tenemos derecho a ser libres, no sólo de la esclavitud, sino también del temor, la opresión, la duda y la crítica. Tenemos derecho a vivir abierta, creativa positivamente. Estas cosas son nuestro derecho divino de nacimiento, pero nadie va a venir a entregárnosla en bandeja de plata.
Si las queremos, hemos de obtenerla por nosotros mismos redactando nuestra propia "Declaración de Independencia personal".
Hoy conviértete en paladín de tu propia libertad. Aprueba una resolución mental de que de hoy en adelante no te dejarás esclavizar por gente negativa o influencias negativas. Toma la decisión consciente de arrojar los grilletes de la preocupación y la duda y deshazte de las cadenas del desánimo. Finalmente, pide a Dios, que te ayude a romper ataduras del pecado y del mal, de modo que puedas aproximarte a la libertad verdadera y permanente del cielo.
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