7 actitudes y un divertido video que te la explican
Por: Sebastián Campos | Fuente: Catholic-link.com
Por: Sebastián Campos | Fuente: Catholic-link.com
Cuando la vida se pone desabrida, todo se vuelve rutinario, comienzas el lunes esperando que llegue rápido el viernes, empiezas tu oración mirando el reloj para ver cuánto falta para terminar, miras el teléfono mientras estás en misa a ver si algo entretenido ha pasado afuera y revisas tus notificaciones sin cesar. Y así, una lista casi infinita de cosas que nos van pasando en la medida en que vamos perdiendo temperatura espiritual y nos vamos volviendo tibios, como zombies. Como si estuviéramos vivos, pero realmente no.
Nuestros amigos de Catholic Stuff han preparado un video muy ilustrativo sobre esta realidad espiritual, pero antes de seguir: ¿Qué es la tibieza espiritual?
Ellos mismos la definen como: «Dejar de hacer con amor las cosas pequeñas de cada día» y nosotros agregamos que es: «una carencia del fervor en el amor». Es decir, al comienzo se amaba, pero ese amor ha decaído.
Esta enfermedad espiritual es altamente contagiosa, casi como las epidemias zombie de las películas, y es probable que ni siquiera te enteres que estás siendo contagiado, por eso queremos prevenirte y darte algunas ideas para que reconozcas y animes a aquellos que están junto a ti y ayudes en el rescate.
Estos zombies espirituales experimentan algunos síntomas que progresivamente se van haciendo más evidentes y tal como aparece en el video, puedes verlos también en tu vida:
1. La dejadez espiritual: Ya todo da igual y aquella esperanza que te motivaba a luchar desaparece y es reemplazada por el conformismo, la resignación y la satisfacción con cualquier cosa insignificante, como por ejemplo quedarte mirando una notificación en tu teléfono porque se ve más entretenido en vez de ayudar a un amigo, tal como lo vimos en el video.
2. El rechazo hacia todo lo que suponga un sacrificio o esfuerzo: Como levantarse temprano (y por lo tanto dormir menos), animarse por la lucha espiritual, invertir tiempo en oración y buscar la santidad por nombrar algunas. Eso mismo trae como consecuencia rechazo a las cosas de Dios, pues aunque Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, eso implica un esfuerzo y trabajo por nuestra parte. Ese esfuerzo que los zombies espirituales no están dispuestos a hacer.
3. Buscar el entretenimiento pasajero: Todo lo espiritual lo encuentran aburrido, rezar, ir a misa, adoraciones y todo lo que tiene que ver con la fe les aburre, en cambio jugar Play Station, ver televisión, incluso dormir se les hace más atractivo.
4. La santidad desaparece del mapa: Pues lo ven como algo lejano, para otro tipo de gente, como algo inalcanzable y por lo tanto, algo por lo que no vale la pena luchar.
5. La mala preparación para ir a la Eucaristía: Asistiendo sin preparar el corazón, sin conciencia de lo que se está celebrando, viviéndola a medias y de forma rutinaria. Te podrás dar cuenta cuando al salir de misa le preguntas a alguno de los zombies: ¿cuál era el Evangelio que se leyó?
6. Confesarse rutinariamente: Incluso haciendo una especie de «trato» para aceptar deliberadamente los pecados veniales. Algo así como: «bueno, si no es tan malo, y al final de cuentas todo el mundo lo hace. Y si nadie se da cuenta… ¿qué más da?»
7. Cumplir mis deberes negligentemente o en definitiva, no cumplirlos:Acostumbrándome a no hacer las cosas bien, aceptando el error como algo normal, justificando la mediocridad y las cosas a medias, tibias.
Pero, ¡tranquilidad!, si conoces a alguien que esté infectado por esta epidemia Zombie espiritual o si tu mismo estás en esta situación, nuestros amigos de Catholic Stuff nos revelan la cura: Jesús mismo nos ayuda a recuperar el fervor perdido. Pero para que esto ocurra, es necesario querer salir de la tibieza, dar la pelea, ofrecer el corazón y considerar la santidad un ideal a alcanzar.
Y tú, ¿has experimentado la tibieza espiritual y tienes algunos amigos zombies alrededor tuyo? y si es así, ¿cómo te has dado cuenta que te has vuelto tibio?
Este artículo fue publicado originalmente por nuestros aliados y amigos: |
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