lunes, 25 de diciembre de 2017

* DESDE VILLALUENGA: ¡¡FELIZ NAVIDAD!!



Está siendo un año algo complicado para el que escribe pero aún así quiero felicitaros la Navidad a este bendito Pueblo llamado Villaluenga del Rosario, a sus vecinos, a los payoyos que se encuentran en todas partes, a todos los que aman tan precioso lugar, los que lo quieren bien y sobre todo quieren su bien.

Felicitando la Navidad a Villaluenga lo hago también a pueblos como Grazalema, Benaocaz, Zahara, Ubrique, Algodonales, Setenil, El Gastor, Algar, Arcos, El Bosque..., etc, etc., que son lugares que he podido conocer y querer gracias a la primera aunque algunos, por razones lógicas ya me hacen sentir como parte de la familia.

Y es que Navidad es Villaluenga porque se palpa, porque se vive, se respira de otra forma. La alegría es más sana, la tristeza es más pura y las dos además es cosa de todos pues todos sienten afecto por los demás. 

Reconozco que el único lugar en el que me dijeron "ya te tenemos aquí, en casa, te estamos esperando, vuelve pronto" fue en Villaluenga del Rosario donde sus vecinos, personas anónimas para la inmensa mayoría, me ponían mensajes cuando este junio tuve que irme a Madrid ante un delicado quebranto de salud. Muchos fueron los vecinos, buenos queridos amigos, los que se interesaban de mi día a día y hasta el mismo alcalde no dejaba un día sin interesarse dándome ánimos que más pronto que tarde estaría de nuevo en la Atalaya". Después vino la muerte de mi madre y el sentimiento fue igual.

Por eso dije en su día en mi pregón del año 2015 que si Jesús tuviera que volver a nacer lo haría en Villaluenga...

Navidad es Vilaluenga donde las casitas blancas presentan un color inmaculado, sus tejados uniformes, esa chimenea humeante que nos señala que a pesar del frío reinante en casa hace y se siente calor de hogar, donde las calles, cuesta arriba o cuesta abajo, siempre permanecen cuidadas, limpias, donde los parterres de la entrada del pueblo reciben el mimo diario de Pepe llamados por todos el "Maestro", donde puedes ver trabajar la tierra en su huerta a Jose María o dar esos kilométricos paseos a sus hermano Salvador que es persona de fiar.

Navidad es Villaluenga porque se devociona con mimo absoluto al primer portal de Jesús que fue su Madre y que para  nosotros la conocemos como Rosario donde cada año tanto jóvenes como mayores se afanan en llevarla por las calles de tan bendito rincón en este mundo.

Navidad es Villaluenga porque aquí se hace todo de corazón o será porque aquí en Villaluenga ya sea la fecha que sea el corazón late distinto porque a cada instante nace el Niño Dios.

Navidad es Villaluenga mientras Cristóbal pasea sus ochenta y tantos bastón en mano por las calles del pueblo, Rogelio también lo hace pero él además se va parando y no tanto para descansar sus desgastadas fuerzas sino para conversar y reír porque Rogelio es optimismo en estado puro mientras su mujer Charo está trabajando o ayudando en algo a Paqui, su nuera, en la Iglesia. O ves a Mateo que ya necesita otras manos que lo ayuden para ir a este o cual lugar pero siempre con esa sonrisa, esa inmensa amabilidad, ves a Paca, Ana, Isabel, Antonia, Charo, Laura, Alonso, José Manuel, Toni, Ignacio, nuestro Boticario, o a Pablo, Carlos, Zahída, Antonio, Catina, Ramón, Juan, Gema, Gabriel, Diego... cada uno con sus cosas y siempre con amable sonrisa de esas que ofrecen hasta el mismo corazón mientras Nito recorre esa cima de aquella montaña, Tachy fotografía esa imagen única mientras dispara hacia la presa elegida, José María pierde la mirada en ese horizonte que solo él ve y tanto le llena en la Villaluenga de su alma...

Ves a Currín, Ana María, Mari, Juan, Raquel, May, Carmelo, Beli, Modesto, Isabel o a ese precioso perro llamado Morante que tiene hidalguía y que anda tras Enriqueta que no le hace ni caso.

Ves ese amanecer único por el Puerto de las Viñas donde en su finca se afanan en trabajar porque ya me imagino que las ovejas estarán pariendo y a las cabras les quedan poco a Mateo padre e hijo y que suben esa empinada cuesta varias veces al día haga lluvia, sol, nieve o un frío que congela hasta la respiración.

Ves ese atardecer cuando en los meses de verano el sol se oculta tras el Caíllo y ahora se pierde por la manga ofreciéndonos imágenes todas distintas y cada cual más bellas. Ves incluso hasta cuando la niebla es tan densa que se cuela hasta la puerta de tu casa...

Ver un pueblo lo hace sin más pero si conoces a sus vecinos y ellos te abren los brazos y su corazón ya nunca será igual porque pasa de ser un pueblo a considerarlo tu pueblo pues parte de tu corazón ha quedado prendido como el Caíllo lo hace a cada instante con Villaluenga del Rosario.

Por eso Navidad es Villaluenga porque el sentido más puro de la Navidad queda prendido.

Y en este año difícil, duro, pero lleno de Esperanza os doy las GRACIAS por tanto. Si el Niño que acaba de nacer y su Bendita Madre la Virgen del Rosario me lo permiten seguiré involucrado con las cosas de tan bendito pueblo por medio de escritos, fotos e imágenes que se harán carteles así como mi compromiso con las cositas de Villaluenga para que todo el mundo conozca que hay un pueblo en el mundo, muy pequeñito, muy chiquitito, que es Cuna del Buen Queso, tierra de emprendedores, lugar donde se trabaja desde antes del amanecer hasta que el sol se oculta, que sabe disfrutar de lo que tiene y sobre todo Aman tan precioso lugar que parece hecho a mano.

Por eso me alegro tanto que sea una persona como Antonio Ardón, con una sensibilidad muy fina que es capaz de captar la belleza con solo mirarla, que es capaz de emocionarse ante un simple detalle, el que ponga en palabras los sentimientos como Pregonero de Villaluenga del Rosario para este cada vez más próximo 2018.

Tanto desde 100% Villaluenga que es ese grupo que formáis todos tanto de dentro como de fuera que solo quieren mostrar al mundo las bondades de este precioso pueblo como a título particular os deseo una FELIZ NAVIDAD, UN MEJOR 2018 PARA TODOS Y QUE LA SANTÍSIMA VIRGEN DEL ROSARIO NOS PROTEJA.

Con un fuerte abrazo mis queridos vecinos, amigos, mi bendito pueblo de Villaluenga.

Jesús Rodríguez Arias 

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