José Luis Gadea y su esposa Magüi (abreviatura familiar de María Luisa) explicaron su testimonio de conversión y transformación matrimonial en este articulo de ReL.
Ahora, en una entrevista de MaterMundi TV explican cuál es la base de sus grupos de Proyecto de Amor Conyugal (www.proyectoamorconyugal.es) y como ese enfoque ayuda a muchísimos matrimonios.
Dios es el autor del matrimonio
"Se ha prescindido de Dios en el matrimonio, pero Dios es el autor del matrimonio, y sin Dios, la gente desde sus propios criterios lo ha deformado", señala Magüi. "En la medida en que haya matrimonios que lo vivan como Dios quiere, con su belleza y su exigencia, como una vocación exigente, podrá mostrarse a los jóvenes. Habrá dificultades, pero como un reto, una misión".
"Hay que presentar el matrimonio como un reto apasionante. Animamos a convertirnos en atletas del amor", apunta José Luis. "Primero has de saber cómo ama Dios para desear tú amar como Él".
Un camino permanente
Buscando mejorar su vida matrimonial, leyeron un texto del Pontificio Consejo para la Familia que decía: "el matrimonio requiere de un camino de fe y formación permanente". Pero ¿quién aporta ese camino, esa formación?
Ellos lo encontraron en las catequesis sobre vida y familia de San Juan Pablo II. "Puedes tener una madeja de problemas, pero sanando las raíces, el resto del árbol se sana solo", explica José Luis. Esas raíces son espirituales, de perdón, oración y unidad.
Intentan mostrar a los matrimonios en dificultades cuál es la belleza, el atractivo seductor del matrimonio cristiano. "Queremos que se enamoren de su vocación, que se vayan ilusionando".
Tres pilares: fe, formación y retos de vida
El camino que ofrecen tiene 3 pilares: la fe, la formación (aprender a amar) y la vida (aplicar en la vida lo que aprendes, con retos, objetivos, "al ver los frutos te ilusionas más").
"Hay gente que piensa que esto es una meta inalcanzable, pero muchas veces, después de un sometimiento a Dios, de preguntar 'vale, ¿qué quieres Señor?', dejando de lado el orgullo, empiezan a ver frutos", comenta Magüi.
José Luis anima a entregarse "como el grano de trigo", que dará fruto. "Lo más valioso que puedo dar soy yo mismo, como persona. La sorpresa es que si me doy descubro que voy creciendo".
La cruz es el cónyuge... y hay resurrecciones
"La cruz es un don que implica una tarea", explica Magüi. Echarse la Cruz al hombro, en el matrimonio, es aceptar que el cónyuge, como todos, tiene sus debilidades y sus pecados. "Creo que detrás de cada cruz hay una resurrección", señala José Luis. Son las pequeñas mejorías, que cuando pasa el tiempo se comprende que eran grandes avances.
"Hay que entender que el otro es limitado y que el amor que tenemos, que es limitado, también es verdadero. Un niño te trae un dibujito y no le exiges un Goya. También tenemos que hacernos pequeños en el amor, hacer lo que puedes con lo que tengas, y dar gracias a Dios por eso".
En Proyecto Amor Conyugal insisten: el matrimonio cristiano se logra caminando con Cristo y conociendo más y más a Dios y su amor
"El pecado de 'seréis como dioses', en el matrimonio, significa que sacas a Dios de tu matrimonio, que exiges al otro que sea perfecto como Dios -cosa imposible- y que te desanimas porque tú tampoco lo eres", avisa Magüi.
El matrimonio es posible con Cristo
Pero "el camino del matrimonio tal como Dios lo hizo es posible, porque Cristo camina con nosotros. Son frutos que te va dando el Señor".
"Animamos a iniciar este camino en que os enamoréis de vuestra vocación matrimonial", exhorta José Luis. Eso se hace creciendo en la fe, formándose y tomando compromisos en la vida en los que se vive lo aprendido, "lo que da escenarios nuevos muy hermosos, en los que aprendes siempre".
José Luis se ofrece a atender a quien quiera más información sobre estos grupos de oración y acompañamiento y ofrece el e-mail proyectoamorconyugal@gmail.com y la web www.proyectoamorconyugal.es para los interesados en saber más.
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