Halloween parece que es una cosa muy "seria" que hasta con lluvia se celebra y no me extraña porque tratándose de mal gusto, de lo tétrico, de lo macabro, la tempestad "adorna" el paisaje.
Rosarios y Romerías se pueden obviar pero el culto al demonio, querido amigo, eso no, eso es otra cosa...
Y ahora salen en fotitos ofreciendo las maravillas de la muerte. ¡Serán mamarrachos!
En fin, allá ellos con sus consciencias, yo sigo en mi bendito pueblo de adopción donde se respeta escrupulosamente la memoria a sus familiares difuntos, donde se celebran todos los años los Tosantos, donde nos dan ejemplo por cada día que pasa de lo que en estos días es ORACIÓN y RECUERDO.
Hoy os comparto este artículo que se ha publicado en exclusiva en Información en la sección que dirige y coordina mi querido hermano Pepe Moreno Fraile a cara descubierta mientras otros a estas horas se están quitando la "careta" para mañana ponerse otra. ¡¡Pobrecitos!!
Jesús Rodríguez Arias
ORACIÓN Y RECUERDO
Mientras en mi bendito pueblo de
Villaluenga del Rosario solo existe quietud, paz, tranquilidad, belleza
envolvente, aire puro propio de la montaña. Mientras aquí, en un pequeño pueblo
de España y de la Provincia de Cádiz lleva algún tiempo preparando todo para
que el día de Todos los Santos y de los Difuntos el cementerio cobijado en las
paredes de la Iglesia del Salvador que fue quemada por los franceses cuando
“España fue una Isla” luzca esplendoroso como siempre, como es tradición,
porque aquí se veneran y respeta a sus antepasados y nadie osa de reírse de la
muerte como hacen en otros sitios de esta bendita Nación que por mor de ganar
unos cuartos son capaces de vender su alma al mismísimo diablo.
Y en San Fernando, mi querida Isla
de León y de mis orígenes, en estos días en los que debería primar la Oración y
Recuerdo a nuestros difuntos se ha convertido por obra y gracia de unos “malages”
en la capital de la Bahía de Cádiz del “Halloween”. ¿Habrá cosa más hortera que
“celebrar” la muerte por medio de una fiesta implantada por “vivos”?
Las personas que tenemos fe no
celebramos la muerte sino la vida que nos ha dado Jesús en la resurrección. Las
personas que carecen de esta respetan a sus difuntos, los recuerdan y piensan que allí donde estén
seguro que los ayudan. Siempre me han enseñado desde pequeñito que hay dos
momentos sagrados: El momento de nacer a la vida y en el que morimos. En estas
dos circunstancias se olvidan resquemores, viejas enemistades, gravosos malos
entendidos porque son los momentos esenciales de la vida de un ser humano y
también los más íntimos.
Pero de un tiempo a esta parte se
ha instaurado en nuestra bendita España la “moda” del halloween porque no hay
nada que guste a una sociedad cada vez más inculta, donde se prima la
mediocridad, que los “modismos” sean de aquí, de allá o de acullá. En verdad lo
que estamos demostrando al mundo es que, y nos metemos todos, somos unos
catetos redomados, unos horteras que nos vestimos de muertos en descomposición
que unos meses más tarde estamos celebrando la Navidad poniendo una vela al
diablo y otra a Dios porque muchos se han ocupado de decirnos y reiterarnos eso
de que “el demonio no existe”.
El que esté en Villaluenga del
Rosario hace dos semanas no quiere decir que no me entere lo que pasa a grandes
rasgos en mi querida Isla. Ahora mismo tengo el cartel fúnebre-festivo que
anuncia halloween y observo, en primera instancia, que ha congregado el apoyo y
la ayuda de varios organismos institucionales y empresariales convirtiendo esta
“fiesta” totalmente impostada en institucionalizada. ¡Ojalá todas las demás
tengan ese poder de apoyo que tiene “jalogüin” con todas sus castas!
El cartel es simpático si no fuera por
el fondo de la misma celebración. En San Fernando parece que da lo mismo sacar
al mismo diablo por las calles mientras ilusos le rinden pleitesía y la
Hermandad de San José ha tenido que suspender su tradicional rosario de
antorchas en estas fechas tan significativas. No olvidemos que el Patrón de
nuestra Ciudad es también de la Buena Muerte. Después a los que han apoyado
semejante “festejo” lo veremos presenciando, con fervorosa devoción y
reverenciales golpes de pecho, cualquier misterio pasional durante los días en
los que se celebra la Semana Santa porque se ha visto y también se ha
comprobado que aquí se han derogado nuestras tradiciones para instaurar el
“todo vale”. ¡Allá cada cual con sus consciencias!
Seguro que habrá gran poder
convocatoria, muchos son los que saldrán vestidos de muertos aunque sean unos
vivos y viceversa, otros pondrán la chorrada esa de la calabaza decorada que he
visto y veo en tantas películas americanas aunque dudo que eso del “truco o
trato” tenga validez en La Isla porque no me veo que unos jóvenes suban a un
séptimo piso sin ascensor para hacer tal ofrecimiento. Eso solo lo hacen los
cofrades que se patean la calle en tiempo de postulación para cubrir algo los
gastos de sacar a la calle a su amados Titulares muestra de Fe y Tradición para
tantos que tan pingües beneficios deja para la ciudad y que no está tan
amparada ni de forma institucional y empresarial cuando la verdad sea dicha en
lo que se refiere al “parné” deja mucho más que veinticinco mamarrachadas
juntas de hallowenn.
Y mientras el pasacalle que se
anuncia al nombre de “Esto es Halloween” sale a la calle para divertimento de
algunos, riqueza de otros, alegrías de unos cuantos, serán muchos los que se sentirán muy tristes
que en esta bicentenaria ciudad sea espejo y escaparate del aniquilamiento de
nuestras tradiciones. Yo, sigo en Villaluenga del Rosario donde siempre y más
en estas fechas tan concretas se conjuga la Oración y Recuerdo hacia sus
difuntos con respeto, cariño y veneración. ¡Tenemos todavía tanto que aprender
de lo que nos enseñan a diario nuestros pequeños pueblos!
Recibid un fraternal abrazo.
Jesús Rodríguez Arias
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