«Este tipo de festivales encajan con nuestro objetivo: compartir la bendición que es tener a Sergio en nuestra familia. Cuando llegas a una audiencia que realmente le interesa es donde creemos que puede marcar y llegar. Estamos muy agradecidos», manifestó Juan Manuel Aznárez tras entregarle el obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, el premio al Mejor Largometraje por La sonrisa verdadera, en la quinta edición del Festival de Cine Educativo y Espiritual (FICEE), organizado por la Kinema Siete, asociación promovida por la productora Contracorriente, autora, entre otras, de la película Un dios prohibido.
Con la entrega de premios a los ganadores, concluyó el sábado pasado este certamen, celebrado entre el 13 y 21 de noviembre en la ciudad salmantina y al que se presentaron más de 600 películas de todo el mundo. Además, de Juan Manuel y su hermano autista Sergio, recibieron sus galardones Javier Fesser, por la Dirección y Mejor Corto a Bienvenidos, cinta que cuenta la niña Anny Barrientes (premio Denis Rafter porque narra con «gran sutileza e inteligencia la dignidad, sabiduría, coraje y cariño hacia su familia» ) cuando llega Internet a su pueblo en el altiplano peruano. Juan de Santos, por Flow, obtuvo el reconocimiento principal de Signis, asociación internacional de escritores católicos de cine, que también significó a Musawat con una mención especial.
Un viaje de 1.313 kilómetros al interior del autismo
La sonrisa verdadera, que también se alzó con los premios del Público y del Mejor Documental, es la historia del viaje de 1.313 kilómetros en tándem de Juan Manuel y Sergio Aznárez, distancia que separa Cuenca de Tinerhir, en Marruecos, para estar con Mati, persona que entendió y ayudó a Sergio y a su familia a asumir la enfermedad con la que nació el joven.
Durante 30 días, a golpe de pedalada, los hermanos nos muestran retazos de su convivencia y determinación por llegar a su meta. Tránsito que nos depara también gozos audiovisuales, por los paisajes y enclaves dispares, y espirituales, por las conversaciones sencillas y fraternales de ambos jóvenes y por los flashback (escenas retrospectivas) de los testimonios de sus padres y de Mati, que nos ayudan a acercarnos al mundo interior de los autistas. E, incluso, a quererlo, como testimonia a cámara Mati, cuando alude a la «decisión de decir sí» a la enfermedad como requisito para que madure y crezca con ella la familia que tenga algún miembro que la padezca.
Películas sobre el Padre Poveda y Soledad Torres Acosta
Juan del Santo, por Flow, recibió el premio Signis de manos de Ninfa Watt, quien razonó también la mención especial a Musawat (ong que enseña a niños deficientes mentales del Sahara) «porque nos hace conocer un proyecto educativo solidario», antes de entregarlo a la presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Salamanca, Ángeles Cubas.
Por otro lado, la productora Contracorriente ultima sus dos nuevas propuestas cinematográficas para 2016 sobre los santos Pedro Poveda y Soledad Torres Acosta. El primero fue el fundador de la institución Teresiana y un firme defensor de la promoción de la mujer en muchas áreas.
Elena Furiase, que ya trabajo en Un dios prohibido, y su madre, Lolita, intervienen en esta y en la cinta de Soledad Torres Acosta, esta última es la madre en la ficción de la santa fundadora de las Siervas de María, interpretada por Laura Contreras, que acompañan y atienden a ancianos y menesterosos por la noche.
Estas son las dos nuevas propuestas para el próximo año de este grupo de jóvenes apasionados por el cine y por la promoción cultural y social de su tierra, un cine que hace más humana la vida en común y que propone un significado positivo de la vida en medio de la barbarie de los últimos atentados.
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