EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios" (Evangelio del día). Hay una canción que dice: "No basta solo con decir. No es suficiente solo con querer. Es necesario morir". Jesús, aquí, lo dice claro: Quien quiera ser discípulo suyo no tiene qué andarse con "medias tintas". Esa verdad que el deseo de seguirlo nos hace andar para delante y que nuestro pecado para atrás. Y también es cierto que, aunque andemos para atrás, tenemos la mirada puesta en Cristo. Y que siempre, en este juego de la vida, vamos avanzando, con mayor o menor paso. Al menos, así lo percibo yo. Pero Dios no quiere que "tonteemos" con el pecado, sino qué seamos "radicales" en el amor. Hoy, Santa Teresa de Lisieux nos lo recuerda: "En el corazón de la Iglesia, yo quiero ser el amor". Dejar de mirar atrás no significa que nos desliguemos de nuestras obligaciones sino que no debemos "enraizarnos" en Cristo con los fundamentos del pasado y, menos, con fundamentos mundanos. Que Dios nos ayude. Santa María de Caná, ruega por nosotros.
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