BALTIMORE, 25 Jun. 14 / 06:20 am (ACI/EWTN Noticias).- Al iniciar la Quincena Por La Libertad 2014, el Arzobispo de Baltimore y presidente de la Comisión Especial sobre Libertad Religiosa de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. William E. Lori, afirmó que los católicos piden la libertad de servir en respuesta al amor de Cristo en la Eucaristía.
“Podemos encontrar en la Eucaristía, la fuente y cumbre de nuestra caridad, y en esa caridad, mediante la palabra y el testimonio, podemos abogar por la libertad de los individuos y de las iglesias”, dijo Mons. Lori durante la Misa de apertura de la Quincena por la Libertad celebrada el 21 de junio en la Basílica Asunción de la Bienaventurada Virgen María, la catedral más antigua de Estados Unidos ubicada en Baltimore.
Los temas de preocupación relacionados a la libertad religiosa incluyen las amenazas a organizaciones religiosas y a empresas a raíz de la redefinición del matrimonio, las leyes migratorias del estado que podrían impedir el servicio solidario y pastoral a los inmigrantes no documentados y la presión hacia médicos y otros profesionales que se oponen al aborto.
En cuanto a la situación de la libertad religiosa en el extranjero, es de especial preocupación la situación de los cristianos y otras minorías religiosas en Siria y Pakistán. Asimismo, la Conferencia Episcopal de Estados Unidos ha puesto hincapié en las amenazas realizadas por parte del grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico, Boko Haram, en Nigeria y por el conflicto religioso en Birmania.
En su homilía, Mons. Lori explicó que el amor de Cristo que recibimos en la Eucaristía “abre nuestra mente, nuestro corazón y nuestra mirada a la dignidad del pobre y del vulnerable”, expresó el Arzobispo. Este amor lleva al cristiano a “desgastarse” en una variedad de obras de servicio al hambriento, al que no tiene hogar, al inmigrante, al vulnerable y al pobre.
“Al entrar en la dinámica del amor de donación de Cristo, nos vemos impulsados a trabajar por una sociedad justa y caritativa en donde la dignidad de cada vida humana sea respetada desde la concepción hasta su muerte natural”, señaló Mons. Lori.
Al “digerir” la verdad del amor de Cristo en la Eucaristía, continuó el Arzobispo, los católicos estamos llamados a “dar testimonio de las enseñanzas sobre la vida humana, sobre el matrimonio y la familia, sobre la sexualidad y otras problemáticas sociales, incluso si no son populares”, porque estas enseñanzas contienen “la clave de la felicidad y la libertad del ser humano”.
Sin embargo, la capacidad de vivir esta libertad en la verdad del amor de Cristo está siendo amenazada. “En muchas partes del mundo, las personas están muriendo por su fe”, advirtió el Arzobispo. “Aquí en Estados Unidos, los desafíos de la libertad religiosa son más sutiles. Son menos fáciles de evidenciar pero no dejan de ser reales”.
El Arzobispo aseguró que “el gobierno está instaurándose cada vez más en la vida interior de las iglesias”, dictando qué partes de la doctrina y servicios católicos son aceptables para ser protegidos. Esto pone en riesgo a “millones y millones” de personas que están siendo ayudadas por personas o agencias católicas.
Mons. Lori pidió al gobierno y a los católicos a “mirar a los pobres y necesitados no solo como estadísticas sino como personas creadas a imagen de Dios y llamadas a disfrutar de la amistad de Dios”.
Al trabajar por resguardar la libertad religiosa, la Iglesia no busca que se otorgue un trato especial a las instituciones eclesiásticas. “Estamos buscando la libertad de servir” aclaró el Arzobispo.
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