EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Maestro, te seguiré adonde vayas". (Evangelio del día). Esta decisión, que ha veces se hace muy a la ligera, advierte Jesús que hay que sopesarla bien. En Andalucía somos muy dados a "envalentonarnos" y a comernos el mundo, luego resulta que el mundo nos come a nosotros. ¡Cuantos proyectos se nos ha quedado en el camino o en el tintero! Jesús lo dice muy claro: "el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza". Es verdad que desde nuestro corazón, tocado por el Señor, sale la entrega, la generosidad, la evangelización, el trabajo por el reino. Pero esto, o lo hacemos de la mano del Espíritu Santo o no hay garantía de que concluya. "Maestro, te seguiré adonde vayas" implica seguir a Jesús. Y, ¿dónde, aparentemente, acaba Jesús? ¡En la cruz! No seamos angélicos, si seguimos a Jesús, aceptemos que la cruz o ha llegado, está por llegar o llegará. Danos, Señor, capacidad de vivir nuestras cruces con Jesús, unidos a Cristo en su dolor y en mi dolor. Y danos suficiente capacidad de amor y caridad para sostener al hermano en sus cruces y errores. Santa María, compañera de camino, ruega por nosotros.
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