lunes, 16 de diciembre de 2019

* MI ESPERANZA






Y este miércoles toda La Isla al igual que el mundo se verá todo en color Esperanza...

Mi semanal tribuna de los lunes en Información San Fernando va de eso, de la Esperanza, de mi Esperanza.

Hoy, 16 de diciembre, se cumplen justamente dos años que pregonara a la Esperanza que aunque no sea un color, yo la pinto de verde...

Quiero dar mi enhorabuena a mi hermano Juanjo Castiñeiras por el extraordinario canto a la Esperanza que realizara el pasado sábado en la Vaticana y Castrense Iglesia de San Francisco de Así de San Fernando. Quiero dar las gracias la mi querida Hermandad de la Expiración por vivir en modo Esperanza durante todos los días que tiene el año.

Y ahora os dejo con "Mi Esperanza"...

Jesús Rodríguez Arias


MI ESPERANZA




El Silencio lo predomina todo, el templo permanece a oscuras aunque dentro de poco llegará esa clase de algarabía que testimonian los cofrades cuando ultiman los flecos que restan para que el miércoles se viva otro día grande en torno a la Esperanza.

Esa clase de Silencio que hace puedas escuchar como afuera está chispeando, si el levante azota con más o menos fuerzas, si pasa el armatroste del tranvía rugiendo lentamente por Real que si lo piensas parece uno de esos dragones que tanto se estilan en China. Sí, el Silencio es pensamiento, es contemplación, es oración, introspección, es saber que tras las paredes del Sagrario está el mismo Señor.

Silencio no exento de esa clase de melancolía que es pasillo que nos lleva a la Esperanza. Hace tan solo unas horas expiraba la voz del pregonero para dejarnos a todos henchidos de gozo y amor hacia la Madre y Señora de luengo manto verde que cada Jueves Santo hace de la noche madrugada mostrando a La Isla el señorío de ir tras su Hijo que expira ese último hálito de vida que a todos nos salva.

Hace dos años me dirigía a ti, Madre y desde entonces cada día, cada noche, vivo en modo Esperanza  una forma de vida que empieza y termina de madrugada.

Esperanza, mi Esperanza, es amanecer con una sonrisa, es amar aun sabiendo que no te aman, es coherencia en soledad, es acompañar al ajusticiado de un mundo con demasiados intereses.

Es afrontar la enfermedad con una sonrisa, es recobrar fuerzas cuando la sientes agotadas. Es acompañar en el dolor a quienes penan y sienten que la frialdad se instala en el mismo alma con un sentimiento de orfandad porque a nadie parece interesar lo que les pasa. Es ser mano amiga ante tantos que sufren los estertores de la pobreza, la marginación, por aquellos a los que el mundo los han condenado a dormir y vivir sin techo ni cama, los malditos y parias de una sociedad tan material como hedonista que solo piensa en tener más y más aunque con ello pierda la dignidad y el respeto por sí misma.

Esperanza es ofrecerla, regalarla, con hechos, silencios o palabras, a quienes no la tienen o han decidido abandonarla, es saber que tras esos ojos que escrutan los tuyos está Cristo que es el mismo que Expira cada noche y Resucita cada mañana. Sí, en los ojos de cualquiera de nuestros hermanos está Jesús que nos pide que no le dejemos de la mano, que le mostremos la grandeza de nuestra Fe sustentada en el Amor, en el Perdón, en la Caridad, en la Alegría hecha Esperanza.

Esa es la clase de Esperanza que hace dos años mostré a todos en una conversación personal e intimista con María en una cálida Iglesia de San Francisco  mientras afuera el frío gélido recorría las calles y el alumbrado extraordinario nos anunciaba que una nueva Navidad pronto nos llegaba.

Mi Esperanza eres Tú, Madre, la que este miércoles en tu mano mi beso dejaré  esa huella invisible y permanente de mi amor filial. Mi Esperanza es Tu Hijo que en Silencio expira y salva. Mi Esperanza es la Fe que es ese don que sin merecerlo Dios me regala. Mi Esperanza es Hetepheres, mi mujer, mi familia que son hermanos del alma, La Isla de mis orígenes, mi niñez, mi infancia y también Villaluenga del Rosario que en la madurez de la vida se ha convertido en mi hogar y casa en cuya Atalaya siento cada día como amanece la Esperanza.

Esperanza es tener Esperanza aun cuando piensas que la misma te ha dado la espalda porque mi Esperanza es la Fe y la Fe mi Esperanza en un Niño que nos va a nacer y una Madre que lo cobija en sus enaguas mientras el bueno de José los mira con ojos de alabanza y los pastocillos llegan para adorar a quién nos ha nacido, el Mesías en su infancia, el que con su vida, muerte y resurrección a todos sin excepción nos salva.
¿Y alguien todavía me pregunta cuál es mi Esperanza?

Jesús Rodríguez Arias



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