sábado, 21 de abril de 2018

LA PEQUEÑA MONJA DE 98 AÑOS QUE REZA CON HOMBRETONES DE NCAA Y GANA PARTIDOS DE BALONCESTO

Religión en Libertad

La pequeña monja de 98 años que reza con hombretones de la NCAA  y gana partidos de baloncesto
Poli Sanchiz

¡Compre ahora su camiseta de la hermana Jean! Y no solo camisetas, sino figuras cabezonas, calcetines personalizados y zapatillas de deporte. La hermana Jean Dolores Schmidt se ha convertido en la monja de moda en la liga universitaria nacional de EEUU. Ella, a sus 98 años, es capellana en el equipo masculino de baloncesto de la universidad de Loyola en Chicago.

Desde que el equipo se clasificó para los cuartos de final de la liga universitaria nacional, esta monja ha ganado una gran notoriedad por el aprecio que le tienen los jugadores y toda la universidad. Acude a los partidos siempre que puede y apoya espiritualmente al equipo.


Productos marca "Jean"
Jean ha “alucinado” con toda la notoriedad que ha adquirido últimamente, según ha contado a GlobalSisterReport. “Ha sido una experiencia muy divertida”, ha dicho. “Me he tomado toda esta atención como parte de mi ministerio, de mi servicio al equipo”.

La hermana Jean llegó al equipo tras dejar su trabajo de profesora en otra universidad. El presidente de la universidad de Loyola le pidió que ayudara al equipo de baloncesto con sus notas. “No era que suspendiesen”, ha contado Jean. “Pero aprobaban por los pelos”. Más tarde, la monja se convirtió en capellana del equipo. “Ha sido genial ver a estos jóvenes desarrollarse en lo académico y en lo espiritual”, ha apuntado Jean.


Inculcando la humildad
Como capellana, Jean mantiene viva la chispa espiritual del equipo. “Hablamos de Dios, hablamos de Jesús, de la Virgen María… Y también del Espíritu Santo, del que nos olvidamos a veces”, explica Jean. “Lo que intento es que sean humildes".

Normalmente, Jean acompaña a los jugadores en sus oraciones, pero cuando no puede, les insta a rezar por su cuenta. “Les envío emails recordándoselo, no utilizo el móvil”, explica. Sin embargo, la labor de Jean no es solo espiritual, sino también deportiva. “Me encargo de informar cómo es el otro equipo: puntuaciones en los últimos partidos, qué han hecho, la cantidad de rebotes que cogen… Recopilo datos estadísticos”, comenta Jean.

Su presencia en los partidos se hace notar. “A veces los árbitros me piden que rece con ellos antes de salir al campo”, ha contado Jean. “Cuando empieza el partido, pido para que Dios ayude a ambos equipos, pero pido también para que el que aparezca en pantalla como vencedor sea el Loyola”.


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