A.R.
Aunque ya existía desde hace 20 años en las dependencias de la Escuela de Suboficiales, su traslado al centro de la ciudad, al palacio de Capitanía, y la importante inversión realizada en el nuevo equipamiento ha hecho que se convirtiera en todo un referente desde su apertura en verano de 2016. El de la Armada es, ahora mismo, el gran Museo de San Fernando. Y al frente de las instalaciones está el capitán de navío Vicente Palblo Ortells Polo.
-Hace un año que abrió el Museo Naval en las dependencias de Capitanía, ¿qué balance puede hacerse transcurrido este tiempo?
-El balance totalmente positivo. En cuanto al número de visitantes, le puedo decir que el Museo recibió concretamente 17.771 personas, desde su inauguración (en julio de 2016) hasta primeros de este mes de septiembre, además de la participación por parte de escolares que han podido conocer activamente la historia de la Armada y la estrecha relación con la historia de San Fernando. Sabemos que las visitas al Museo ocupan una parte importante de la actividad cultural de los ciudadanos isleños y de la provincia de Cádiz, al mismo tiempo que despierta el interés de visitantes de toda España y del extranjero.
Como avance de posibles proyectos en que los escolares interactúen con el museo, este año hemos tenido una experiencia nueva y muy alentadora. Recibimos en el museo la visita de un campamento de la Universidad de Cádiz de niños entre 6 y 16 años, que realizaron un taller de navegación con la colaboración del Instituto Hidrográfico de la Marina. El resultado fue muy satisfactorio y abre nuevas posibilidades de uso del museo.
Quiero hacer constar que las dos iniciativas que tuvo el Ayuntamiento de San Fernando de pedirnos la apertura del Museo Naval el 20 de mayo con motivo de la La noche de los museos y el 4 de agosto durante La noche en blanco de San Fernandofueron un éxito total de público. En esos dos días visitaron el museo 3.275 personas. Esto no solo nos anima a seguir trabajando para ampliar el conocimiento y difusión de nuestra historia naval, sino que podemos decir que el balance es muy positivo y satisfactorio.
-Inevitablemente, desde su apertura el año pasado el Museo Naval se ha convertido en uno de los grandes atractivos del centro de la ciudad. Eso supone para la Armada un valor añadido.
-Para la Armada es una oportunidad expresa para seguir avanzando en el estudio, investigación, exposición y difusión del contenido museístico y posibilitar un mayor conocimiento de su evolución a través de los tiempos en sintonía con la evolución isleña, que los visitantes tomen conciencia del contenido de su historia en relación con la historia de España y, en definitiva, de lo importante que fue desde sus comienzos hasta la actualidad con la ciudad de San Fernando.
-¿Y qué supone estar al frente de estas instalaciones, que además llevan poco más de un año abiertas la público en La Isla, es decir, que podría decirse que prácticamente están todavía en los inicios de su andadura?
-Estar al frente del Museo supone, un reto y una responsabilidad. Como marino de profesión, a medida que vas te sumergiendo en la historia naval y en el inmenso patrimonio histórico de la Armada, resulta muy apasionante y de una enorme responsabilidad. Ser el conservador del legado que nos dejaron las generaciones pasadas, contribuir a su conocimiento y a la divulgación es un continuo trabajo de estudio e investigación. Por ello estar al frente de un conjunto de valores históricos te responsabiliza y compromete a mantenerlo vivo, con el objetivo de llevarlo a una mayor cantidad y variedad de personas.
-¿Qué diría, usted que es la persona que está al frente, que hace o que tiene este Museo Naval de especial?
-La función del Museo es la de conservar, investigar, comunicar, exhibir y difundir el legado de generaciones pasadas, como le decía anteriormente, éste es su cometido. En cuanto a qué tiene de especial le diría que sobre todo el vínculo con la ciudad de San Fernando. El Museo aporta piezas de enorme valor artístico e histórico, que hacen un conocimiento más exhaustivo del proceso cronológico de la Armada en la historia y más concretamente con respecto a las ciudades de Cádiz y San Fernando.
-Hablamos, efectivamente, de una ciudad estrechamente relacionada desde sus orígenes con la Armada, en la que el patrimonio castrense se ha convertido una de sus facetas más destacadas y más atractivas. Se dice que este Museo Naval, que se ha inaugurado en pleno centro, en las dependencias de la antigua Capitanía, ha abierto también una nueva puerta para aprovechar mejor ese legado. Podría decirse, de hecho, que es ahora mismo el gran Museo de San Fernando. También, en esa línea, se está también rehabilitando Torre Alta, en el recinto del Observatorio de Marina, con la intención de abrirla al público.
-El patrimonio castrense siempre ha suscitado una gran fascinación como espacios de cultura, aprendizaje y simple contemplación de las piezas expuestas. Cuando estaba situado en su anterior sede en la Escuela de Suboficiales desde 1992, también era visitado con el mismo interés, disposición y afecto. Insisto en el hecho, como le decía, lo que destaca es que ahora esté ubicado en el centro de San Fernando. Hace más fácil la visita por su proximidad y por las facilidades de accesibilidad de las que dispone para todos aquellos que quieran visitarlo.
En cuanto a la Torre Alta era un proyecto que se viene solicitando desde hace mucho, pero ahora es cuando económicamente ha sido factible. Forma parte de este legado castrense tan abundante en San Fernando y por supuesto del interés de la Armada por conservar, documentar y exhibir su patrimonio para el disfrute de todos.
-Hace también unos meses se ampliaron las visitas a Capitanía facilitando el acceso a la zona noble del edificio, que ciertamente es desconocida para muchos. ¿Qué resultado están teniendo estas visitas?
-El resultado ha sido muy bueno y satisfactorio. No cabe duda de que es un atractivo más que se le ha añadido al Museo. El Palacio de Capitanía por ello ha sido muy bien aceptado por los visitantes. Era algo que se venía demandando y ha resultado ser un acierto. El hecho de acercar la Capitanía General a la ciudadanía, es una oportunidad para ampliar el conocimiento que se tenía de ella y mostrar la conservación tan minuciosa que tiene.
-¿Y existe alguna posibilidad de ampliar más estas visitas? Por ejemplo, cuando se empezó a hablar del proyecto del Museo se hablaba también de abrir los jardines. ¿Sigue esa idea sobre la mesa?
-Hay que tener en cuenta que el Palacio de Capitanía no pertenece al Museo. La Armada ha autorizado la visita a lo que realmente tiene interés cultural, el del salón de trono y las zonas a su alrededor con ciertas restricciones por motivos de seguridad ya que afectan a otras dependencias. El resto no tiene ningún interés ni cultural ni turístico.
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