Doble celebración en Emaús El-Qubeibeh: el día en que se recuerda a los santos Simeón y Cleofás nacía oficialmente la nueva fraternidad interobediencial. Compuesta por frailes menores y conventuales, la fraternidad se presentó durante la misa del domingo 24 de septiembre, en presencia de los vicarios generales de los Frailes Menores y los Frailes Conventuales, fray Julio César Bunader y fray Jerzy Norel.
El Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, presidía la celebración en memoria de los santos Simeón y Cleofás, durante la cual se proclamó el fragmento evangélico que dio origen al santuario. Sentado en primera fila se encontraba el alcalde de El-Qubeibeh, Hasanen Hammudah, para testimoniar las excelentes relaciones que existen entre la Custodia y el municipio.
Fray Francesco Patton explicaba en su homilía la particularidad de la fiesta en este 2017, por la celebración del 150 aniversario de la presencia franciscana en Emaús, y por la creación de la nueva fraternidad constituida por frailes conventuales y menores. La nueva fraternidad se dedicará a acoger a frailes que quieran realizar periodos de reflexión y a otros para su formación permanente.
Según el Evangelio, los discípulos de Emaús eran incapaces de admitir la resurrección, pero Jesús les acompañó en su camino para devolverles la esperanza y hacer que sus ojos le reconocieran al partir el pan. «Es lo que puede ocurrirnos también si le invitamos a quedarse con nosotros y es el sentido de esta nueva comunidad que nace – afirmaba fray Patton -. Es testimonio de comunión, tras pasar 500 años desde el doloroso acontecimiento que supuso la división de nuestra orden en 1517. Será una gracia para los frailes que vengan, que recibirán el espíritu de este lugar, recibirán el espíritu de los discípulos de Emaús».
Lo mismo expresaba el vicario general de los conventuales, fray Jerzy Norel: «La comunidad de Emaús nace bajo el signo de la comunión franciscana: vivir juntos, habitar la misma tierra, acoger a los demás para que vivan esta comunión». Entre palabras de satisfacción por la creación de este nuevo proyecto, definía la nueva fraternidad como «una nueva criatura, un hijo nuevo ». Al finalizar la misa, tras nombrar a los frailes que la formarán, Bernard, Dennis, Salem y Joseph, les deseó un «buen camino».
El vicario general de los menores, fray Julio César Bunader habló de la fraternidad, que vivirá con una nueva perspectiva. «A 500 años del aniversario de la bula Ite vos, queríamos hacer progresos juntos a nivel de vida, fraternidad y misión – explicaba -. Para ello hemos escogido la Tierra Santa y Emaús. También es fruto del trabajo de los vicarios, junto con Pierbattista Pizzabala, hasta llegar al día de hoy».
El guardián de la fraternidad de Emaús, fray Salem, comentaba el acto con alegría: «Como decía San Francisco, cada fraile es un don del Señor. Así, para nosotros los frailes conventuales que vendrán a vivir al convento son un regalo». Además de fray Salem, también se establecerán en Emaús El-Qubeibeh fray Dennis y fray Bernard, que asistían a la misa, y fray Joseph, que se espera que llegue en breve. «Me sorprendió la llamada del vicario general para proponerme este proyecto. Era una novedad y, desde luego, la acepté de inmediato», decía fray Dennis. Originario de Filipinas y anteriormente al servicio como vicepárroco en Nápoles, tendrá la oportunidad de conocer Tierra Santa, aunque no la había visitado antes nunca.
Fray Bernard, procedente de Sri Lanka, ha viajado mucho en su vida y también mucho en Tierra Santa. Estaba en la Porciúncula de Asís cuando supo que formaría parte de la nueva fraternidad de Emaús. «Se crearán diferentes proyectos, pero estamos aquí sobre todo por el testimonio y la presencia – explicaba-. Me pidieron servir en la Custodia de Tierra Santa, pero después me asignaron a este proyecto. Y yo acepté. Los hombres se mueven, Dios les guía».
Tras la misa, tuvo lugar el primero de los conciertos de la temporada otoñal del Terra Sancta Organ Festival, que contó con la participación del organista Yacoub Ghazzawi y del conjunto vocal Magnificat. El Custodio de Tierra Santa y los frailes se dirigieron después al piso superior del convento para bendecir las nuevas dependencias, restauradas gracias a la oficina técnica de la Custodia.
«Esta nueva fraternidad nace bajo el signo de estos dos santos que hemos festejado hoy – decía el Custodio -. Pidamos al Señor su bendición».
Beatrice Guarrera
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