ROMA, 01 Jun. 17 / 05:20 pm (ACI).- El Superior General de la Compañía de Jesús, P. Arturo Sosa, afirmó en una entrevista publicada ayer 31 de mayo que el diablo es una figura simbólica para expresar el mal, y que en “la vida religiosa hay homosexuales y no son perseguidos, forman parte de la comunidad”.
El P. Sosa, elegido superior de los jesuitas en octubre de 2016, dio estas declaraciones al diario español El Mundo.
“Desde mi punto de vista, el mal forma parte del misterio de la libertad. Si el ser humano es libre, puede elegir entre el bien y el mal. Los cristianos creemos que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto Dios es libre, pero Dios siempre elige hacer el bien porque es todo bondad. Hemos hecho figuras simbólicas, como el diablo, para expresar el mal. Los condicionamientos sociales también representan esa figura, ya que hay gente que actúa así porque está en un entorno donde es muy difícil hacer lo contrario”, afirmó el sacerdote venezolano.
Durante la entrevista, se le preguntó al Superior General jesuita su posición sobre el sacerdocio femenino. El P. Sosa destacó el papel de la mujer como transmisora de la fe y dijo que “llegará un momento en que su papel se reconocerá más”.
“La Iglesia del futuro tiene que tener una jerarquía distinta, con unos ministerios distintos. Yo apelo a la creatividad femenina para que dentro de 30 años tengamos comunidades cristianas con otra estructura”, expresó.
“El Papa ya ha abierto la puerta del diaconado (femenino) creando una comisión. Después podrían abrirse más puertas. El problema es si la Iglesia cambia y refleja una relación distinta entre hombre y mujer”, afirmó.
El P. Sosa se refirió a la comisión que el Santo Padre creó el 2 de agosto de 2016 para cumplir la promesa que hizo el 12 de mayo a las participantes de la asamblea plenaria de las Superioras Generales de analizar el papel de las diaconisas en los primeros años de la Iglesia. El grupo está presidido por el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Luis Francisco Ladaria Ferrer.
El diario El Mundo también le preguntó al P. Sosa sobre el matrimonio gay y si este sería aceptado por la Iglesia.
“Una cosa es el pensamiento público y oficial y otro lo que sucede en las comunidades. Una cosa es la homosexualidad y otra es mi compañero homosexual, aquel que forma parte de mi familia, de mi entorno. En la vida religiosa hay homosexuales y no son perseguidos, forman parte de la comunidad”, respondió.
El Superior de los jesuitas añadió que “el sacramento [del matrimonio] es otro tema, una cosa es reconocer el estatuto civil para que no haya discriminación y otra el aspecto teológico. Los sacramentos no nacen así (chasquea los dedos)”.
En su diálogo con el periódico español, el P. Sosa rechazó los abusos sexuales y señaló que los casos cometidos por miembros del clero “ha sido muy doloroso”.
Sin embargo, advirtió que “a veces se han dado acusaciones que han sido mentiras demostradas, conozco varias, impulsadas por venganzas o motivos económicos, gente acusada y condenada a priori”.
“Hemos creado protocolos de comportamiento, de vigilancia, formas de actuar cuando hay una denuncia con la directriz de investigar siempre. El Papa ya lo dijo: ‘Tolerancia cero’. Cuando hay casos que se demuestran deben tomarse las medidas eclesiales y civiles correspondientes”, señaló.
Añadió que “el riesgo de este problema siempre existe, pero no por eso vamos a dejar de educar. Hoy somos mucho más conscientes como humanidad de la necesidad de proteger más a los niños. También es verdad que estadísticamente hay grupos sociales más abusadores, aunque eso no nos excusa. Nada es justificable, ni siquiera por la historia personal del abusador. Hay que saber cómo actuar”.
El Superior General de los jesuitas también se refirió a la situación de su país natal, Venezuela, sumido en una grave crisis económica, social y política, y que desde inicios de abril es escenario de protestas callejeras contra el gobierno de Nicolás Maduro.
“Es una democracia tan frágil que se rompió. Si medimos los parámetros que miden una dictadura o una democracia con la Constitución aprobada en 1999 estamos cada vez más lejos”, señaló en la entrevista realizada cuando Nicolás Maduro acababa de anular la orden que inhabilitaba el Parlamento.
El sacerdote indicó que su país “sufre uno de los índices de muertes violentas más altos del mundo, hay desnutrición, falta de medicinas, no hay una educación de calidad, ni infraestructuras... Una democracia en la que las elecciones no se celebran en los tiempos señalados y en la que no se respetan mutuamente los poderes públicos no es seria”.
Esta entrevista del P. Sosa se publica casi cuatro meses después de las polémicas afirmaciones que dio al medio italiano Rossoporpora, donde puso en duda la veracidad de los Evangelio.
En la entrevista publicada el 18 de febrero, el religioso –al hablar sobre la indisolubilidad del matrimonio– dijo que si bien nadie puede cambiar la palabra de Cristo, se debe reflexionar “sobre lo que verdaderamente dijo Jesús” y ponerlas en contexto, pues “en esa época nadie tenía una grabadora para registrar sus palabras”.
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