Hoy como nunca, los habitantes de Alepo pueden encontrar bellas rayas pintadas en el suelo, en sus aceras. La parroquia franciscana de la gran ciudad, al norte de Siria, ha decidido devolver el color a la ciudad.
Grande fue la sorpresa de los habitantes de la ciudad cuando, el domingo 18 de junio, vieron por primera vez batallones de scouts devolver el color a las aceras de la ciudad. Ha bastado un poco de pintura blanca y negra para devolver el color al distrito parroquial de San Francisco de Alepo, rehaciendo la señalización municipal para indicar a los coches el derecho a aparcar o no. Puede que sea algo muy simple, pero rico en significado: «Es magnífico», exclamaba una transeúnte.
«Alepo más bella» es una iniciativa impulsada por los frailes de la Custodia en el lugar, con el apoyo del gobernador, del alcalde y de toda la municipalidad de la ciudad. El programa fue inaugurado el domingo 18 de junio. Ante la iglesia parroquial, fray Ibrahim, el párroco, esperaba rodeado de los representantes del gobierno para empezar, brochas en mano, a pintar los bordillos de las aceras.
Tras años de guerra, que literalmente han hecho perder los colores a la ciudad, hacer «Alepo más bella» es una preocupación y un reto. Para los protagonistas de la iniciativa: «Esta nos permite reunirnos en una única nación, una única familia, independientemente de la religión y las creencias… Percibimos esta iniciativa como una oportunidad para reparar, reconstruir este bonito mosaico – nuestra sociedad que ha sido despedazada… Nos hemos puesto, por tanto, manos a la obra con mucho interés, amor y entrega. Amor por nuestra maltratada ciudad. Deseo de promover la reconciliación en nuestra sociedad herida, destrozada. Estamos convencidos de que el bien es contagioso. Hacer el bien y difundirlo, irradiarlo. Así la guerra, el odio, la realidad de la muerte, serán reemplazadas por la paz, la caridad, la solidaridad, el bien común y se extenderá el Reino de los cielos».
Los promotores de la iniciativa han invitado a todas las iglesias a unirse así como a numerosos grupos de scout cristianos, varios movimientos religiosos y a todos los habitantes de la ciudad que lo deseen. La parroquia latina se ha ocupado del aspecto económico comprando todo el material necesario.
Finalmente, más de 200 personas – armadas con brochas, cubos, pintura y mostrando gran entusiasmo y dedicación – se pusieron en marcha a la conquista de la ciudad para hacerla más bella.
El jueves 22 de junio la acción continuaba. Los voluntarios se distribuyeron en equipos, cada grupo de 10 personas con un responsable. El territorio se dividió en sectores y cada sector se asignó a un equipo.
A pesar de los guantes que se les habían proporcionado, muchos jóvenes estaban encantados de mancharse las manos con la pintura.
Los frailes franciscanos – apoyados por su obispo, monseñor George About Khazen – quieren con esta iniciativa manifestar el deseo, compartido con la población, de reconstruir la ciudad. La parroquia de San Francisco en Alepo multiplica así las iniciativas concretas. «Creemos que con este tipo de acciones específicas, con estos pequeños gestos, conseguiremos todos juntos reconstruir nuestra ciudad y nuestra sociedad. Lo que cuenta es el compromiso personal, el deseo de ser actores en el proceso de reparación de nuestra “casa”, es decir, de nuestra ciudad y sus habitantes. Como Iglesia, tenemos un gran potencial que no podemos guardar solo para nosotros. Nuestro deber, nuestra misión, es compartirlo, contribuyendo al bien de todos nuestros hermanos y hermanas que, con nosotros, comparten la vida en este bello país, en la misma ciudad, en la misma sociedad».
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ATS pro Terra Sancta apoya los proyectos de la Custodia en Siria. También vosotros podéis ayudarles haciendo un donativo, directamente a través de Internet o de cualquier otra forma. Aquí se encuentra la información.
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