La Parroquia de San José ha celebrado el final de curso teniendo un recuerdo agradecido al que ha sido su párroco hasta su fallecimiento. El padre Salvador Rivera.
Al finalizar la celebración de la Eucaristía en la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el padre José Díaz, administrador parroquial, acompañado del diácono Manuel López, descubrió la placa en testimonio de gratitud al padre Salvador, por su labor pastoral y ministerial hasta el día de su fallecimiento.
La comunidad parroquial agradecida, en presencia de su madre y familiares, le rindió un fuerte aplauso, al mismo tiempo que se leía el texto “Fue fácil quererte, imposible olvidarte”.
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