Intentan condensar en palabras el apoyo y leal cariño que recibí en la tarde-noche de ayer por parte de mis queridos convecinos de Villaluenga del Rosario es simplemente imposible porque no hay palabras que pueda expresar tanta grandeza.
Ayer estaba el pueblo convocado sobre las nueve de la noche a la presentación de mi libro "Diario de un blog" en la Iglesia de San Miguel. El Acto, al final, comenzó unos minutos antes justamente después de la Santa Misa del séptimo día de la Novena a la Santísima Virgen del Rosario que estaba extraordinariamente entronizada en el Altar Mayor en el que realza, más si cabe, su belleza.
Al ser un día entre semana muchos buenos amigos de otros lares, aunque también enamorados de este bendito rincón, excusaron su ausencia porque estaban comprometidos aunque todos se encargaron de enviarme de manera pública o privada su cariño, su apoyo y sus oraciones.
Debo reconocer que Dios escuchó mi súplica de presentar mi libro en la intimidad de mi pueblo porque para conocer a Villaluenga del Rosario en todo su esplendor hay que disfrutarla en los días que comprenden justamente desde lo que va de la tarde del domingo hasta el viernes a mediodía.
El día para nosotros fue algo maratoniano porque Hetepheres me recogió en el trabajo, almorzamos en la Venta Casa Jardín, en Arcos de la Fra., donde nos encontramos con nuestro buen, querido amigo y hermano Miguel Ángel Pacheco que venía de Jerez expresamente para acompañarme en la presentación. ¡Gracia Miguel Ángel! Recuerdo tu primera pregunta antes de sentarte a la mesa: ¿Nervioso? Yo te contesté:¡Para nada!
Era verdad no me encontraba nervioso pues el acto, su desarrollo, la presentación del libro y las palabras del autor se iban hacer en familia. Respeto siempre siento cuando me siento y hablo en público, ese respeto siempre existe, aunque el respeto es una cosa y los nervios o el miedo son otras muy distintas.
Llegamos a casa sobre las seis de la tarde después de una del almuerzo y sobremesa muy amenos. Tiempo justo para visualizar mi intervención, que hasta esa misma mañana había dado algún que otro retoque, actualizar por completo el blog porque por lo que dura el antes, durante y después del acto, sé por experiencia que cuando llegas a casa no tienes ganas de leer, de escribir, sino de saborear la paz de espíritu que sientes en ese preciso momento.
Nos incorporamos unos minutos antes de que empezara la Santa Misa. En los primeros bancos estaban el Alcalde, su esposa, y miembros del Ayuntamiento de Villaluenga del Rosario porque en este día en concreto era la principal Institución del Pueblo a quien le correspondería realizar las ofrendas.
La Iglesia presentaba una magnífica presencia de fieles que habían asistido previamente al rezo del Santo Rosario, ejercicio de la Novena, así como la Santa Misa que estaba a punto de comenzar.
Debo decir que para mí la Eucaristía, que fue vivida con intensidad, pasó en un santiamén y sin darme apenas cuenta el Padre Francisco hacía incapié de que posteriormente a culminar la Misa se haría la presentación del libro "Diario de un blog" del cual soy autor. Agradezco profundamente al Padre Francisco el ofrecimiento que hizo a Nuestra Madre del Rosario de mi persona, de mi mujer, de mi Familia.
Acabada la celebración Eucarística y en apenas cinco minutos ya estaba colocada la mesa y las cuatro sillas y sentados los intervinientes en este acto. La Iglesia seguía presentando muy buena asistencia de buenos vecinos que permanecían presentes para este acto así como muchos que se fueron agregando poco a poco. Debo agradecer muy sinceramente a todos y especialmente, permitidme la licencia, a aquellos que no frecuentan mucho la Iglesia aunque quisieron estar allí para acompañarme, para darme el calor de la verdadera amistad en este acto tan importante con su presencia. Todos formaron un todo que no alcanzo expresar tanto cariño, tanta lealtad, tanta amistad como la que recibí ayer noche de mis amigos, convecinos, de mi bendito pueblo de adopción para toda la eternidad como es Villaluenga del Rosario.
Allí estaba Carlos grabando todo el desarrollo del acto para que quedara para la posteridad.
Quiero agradecer las palabras de nuestro Alcalde, D. Alfonso Moscoso dirigidas a mi mujer y a mi. Somos nosotros, y no el pueblo, quien tenemos que agradecer tanto como nos habéis proporcionado en tan poco tiempo. Gracias por considerarnos payoyos porque es la más alta consideración que en la vida podemos ostentar, gracias por tanto cariño, tanta disponibilidad, tanto apoyo a este acto sencillo, íntimo, casi familiar como ha sido la primera presentación mundial del libro "Diario de un blog".
Gracias a Antonio Benítez Román, presentador de mi humilde persona y de mi obra literaria. ¡Qué me ha gustado en todos los sentidos la presentación, Antonio! Supiste adornar mis escasas virtudes y sobre todo supiste sacar el corazón a "Diario de un blog". Fuiste desmembrando la obra de la que soy autor de una manera exquisita, como solo lo puede hacer unan persona que entiende, que tiene sensibilidad, que sabe lo que significa el amor por escribir que es en definitiva una forma de retratar un paisaje o cuanto estés presenciando en un lienzo en blanco por medio de las palabras. Gracias porque con tu honda presentación has cautivado el interés de muchos para querer conocer mi libro y tenerlos en la estanterías de sus bibliotecas. ¡Eso, y no otra cosa, es presentar un libro!
De mi particular intervención, la cual podéis leer en la continuación de este artículo, me quedo con el clamoroso silencio, la expectación que podía palpar mientras exponía mis palabras, las sonrisas, las miradas envueltas en una emoción que se hacía latente y que condensaba el ambiente y hasta alguna lágrima que brotaban de vuestros ojos. Cuando se habla de corazón a corazón, sin ningún artilugio más, es muy fácil que los sentimientos florezcan y se expresen a flor de piel. Deciros que también a mí me emocionó vuestra emoción y que tuve muchos problemas para seguir con mi disertación sin que nada se notase.
En mi corazón se quedan esas miradas, esas sonrisas, esa emoción, esas lágrimas y ese sentido, hondo y largo aplauso que me tributasteis cuando finalicé mi disertación con la declamación de mi particular Salve a la Virgen del Rosario, Madre, Reina y Patrona de Villaluenga.
El Padre D. Francisco Párraga hizo alusión al Concilio Vaticano II y del Papa San Juan XXIII, Papa que hizo alusión mi querido presentador cuando dijo que mis escritos eran muy de la línea de este Santo Pontífice, y en ese Concilio se preguntó ¿Qué quiere la Iglesia de la Iglesia? Y la conclusión a la que se llegó es que había que evangelizar. Gracias Padre Francisco por decir que soy un evangelizador nato, que he escogido el camino de la evangelización en la red que es un medio con el cual se llegan a muchos y que el Papa Emérito Benedicto XVI realzó y que el Papa Francisco ha continuado sabiendo la importancia que tiene este camino de evangelización en el mundo actual.
Quiero agradecer todas las muestras de cariño, palabras, abrazos, silencios emocionados que recibí tras terminar el acto, quiero agradecer la importante presencia de vecinos y amigos que quisieron acompañarme en este acto tan importante para mí. Sé que muchos no pudieron asistir porque sus ocupaciones no se lo permitieron aunque estuvieron presentes. Quiero agradecer a ese grupo de jóvenes como Tachy, Berna, Gabriel..., que quisieron estar conmigo aunque estaban en el campo con la Berrea, gracias a Andrés y Mari que también hicieron lo posible para estar acompañándome, gracias a todos y cada uno de vosotros, presentes o no en el acto, porque sé que contaba con vuestro apoyo, cariño y oraciones.
El presentar mi libro "Diario de un blog" en Villaluenga del Rosario ha supuesto para mí un alto honor, el que mi pueblo sea, lo es ya por el carácter internacional de la editorial, el depositario de haber sido el primero donde he realizado una presentación de carácter literario, dado que este es mi primer libro, el primero de muchas más que se han de celebrar de aquí a unos meses, el primero que acoge mis palabras, mis sentimientos, mis devociones y querencias y lo hace con los brazos abiertos, con la emoción contenida y las lágrimas ensartadas como muestra de un amor que es mutuo y así mientras viva y por toda la eternidad.
¡¡Gracias Villaluenga del Rosario por ser como eres en el sentido más literal y más amplio de la expresión!!
¡¡He recibido más de este bendito Pueblo, de sus gentes, de lo que merezco y de ahí mi gratitud eterna por los siglos de los siglos!!
Recibid mis queridos amigos, convecinos, un fraternal abrazo lleno de gratitud, que Dios y Nuestra Madre y Señora del Rosario os bendigan siempre.
Jesús Rodríguez Arias
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Con
la venia del Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar y de la Santísima
Virgen del Rosario, Madre, Señora, Reina y Patrona de Villaluenga.
Sr.
Cura Párroco de esta de San Miguel, mi querido Padre D. Francisco Párraga
Sr.
Alcalde de este bendito pueblo de Villaluenga del Rosario, mi querido Alfonso
Moscoso.
Mi
querido Antonio Benítez presentador de esta humilde publicación.
Señoras,
Señores, amigos y convecinos de este privilegiado lugar cobijado entre montaña
que teniendo al Caíllo como esa inmensa pared que nos separa de todo lo malo
que en el mundo pueda existir.
Agradeceros
vuestra presencia a este acto de presentación de lo que es mi primer libro y
como ha ido desgranando Antonio es un compendio de escritos publicados de tres
años para acá en mi blog “Sed Valientes” que es de sobra conocido por todos
vosotros pues en sus virtuales páginas han quedado prendidas parte del inmenso
amor que le profeso a Villaluenga del Rosario, a sus gentes, que ya considero
mías, a sus cosas, sus tradiciones, sus devociones, sus sentimientos y también
querencias.
¡Villaluenga!
Es
un pequeño pueblo con sus casitas blancas, con sus tejados, que está acunada
entre las montañas que la rodean y hasta la brisa suena como si de una canción
de cuna se tratara.
Pero
si nuestro pueblo es encantador se mire por donde se mire, lo que hace grande a
este pequeño y coqueto lugar sois vosotros, sus gentes.
Llevo
tres años con “Sed Valientes” que es un blog, gracias a Dios, reconocido en
todo el mundo y con cierto prestigio internacional, eso hace que cuando escribo
de este bendito sitio sea seguido en multitud de lugares.
¡DIOS LES BENDIGA Y BENDIGA
SU PUEBLO DE VILLALUENGA. QUE YA DESDE EE. UU. QUEREMOS.! Decía Nancy Tamahara
Menéndez que es una buena amiga que vive en Miami.
Gracias
a Dios, a nuestra Madre del Rosario y también a vosotros, mis queridos amigos y
convecinos, tanto mi mujer como yo llevamos dos años en Villaluenga, el último
empadronados porque nos sentimos ya parte de aquí aunque de vez en cuando
estemos allá o en cualquier lugar donde se nos llamen o requieran.
Puedo
decir, sin temor a engañaros ni engañarme, que gran parte de lo escrito en las
páginas de “Diario de un blog” ha sido inspirado en este bendito sitio que ha
prendido en mi corazón y del cual estoy perdidamente enamorado.
¡Y
es que no puede ser de otra forma! Me entenderéis cuando os lo explique.
En
Villaluenga del Rosario el día empieza antes de que amanezca porque desde tempranas
horas los que se dedican a la ganadería y al pastoreo ya están con los pies en
el suelo y trabajando. Cuando el cielo es una mezcolanza de colores aunque
todavía tenues y apagados ya en su finca, en el Puerto de las Viñas, están
Mateo, padre e hijo, atendiendo a sus cabras, ovejas... El día empieza pronto
para los que trabajan desde el amanecer hasta el anochecer.
Cuando
todavía no nos hemos levantado ya escuchamos el balido del cercano rebaño de
ovejas de Antonio y eso nos hace presagiar, sin apenas mirar la hora, que la
amanecida está cerca.
Nos
levantamos y abrimos la puerta de casa pues ya sea la estación que sea es un
privilegio que el aire puro inunde nuestros pulmones así como refresque el
hogar. En apenas lo que dura una mirada quedo extasiado ante los colores
anaranjados que el cielo presenta ante mis atónitos ojos que sorprendidos de
tanta inmensa belleza parece un bello
lienzo salido de las manos, arte e inspiración de nuestro buen amigo Antonio Benítez.
En
seguida se empieza a notar que nuestro pueblo vuelve a la vida después de
descansar toda una noche, todos menos
nuestro vecino que vuelve a tempranas horas después de una noche de
trabajo en la panadería de Benaocaz o el marido de Pepi que termina su jornada.
El
sol empieza e emerger, tímidamente, como pidiendo permiso y la cercana voz de
Juan Carlos anima a los primeros clientes del “Mesón Los Caños”. La cercana
Fábrica de quesos empieza a funcionar y el trasiego de trabajadores, camiones y
clientes hacen que Pedro, Carlos y todos los que componen este auténtico motor
de la economía de Villaluenga no paren ni un solo minuto.
De
la panadería de Pepi se desprende el inconfundible olor a buen pan hecho a leña
y mientras ella se afana en complacer a todos sus leales clientes, Elena ayuda
a la faena haciendo esos ricos y tradicionales dulces que tanto prestigio
tienen en los pueblos que nos circundan. Mientras el bueno de Lázaro saluda a
todos sentados en su silla ocupando su lugar.
La
alegre algarabía de los niños se escucha a lo lejos cuando hacen entrada en el
colegio mientras Ana, de Grazalema de nacimiento y payoya de adopción, camina
pausadamente con su bastón y una gran sonrisa hacia la ocupación que tenga para
esa mañana en concreto.
Un
día normal en nuestro bendito pueblo es vivir la íntima tranquilidad de
sentirse en el hogar.
Es Villaluenga del Rosario que entre el
otoño, el invierno e incluso algo de primavera un pueblo que huele a leña. El
dulce crepitar de los troncos de encina quemándose en la chimenea que nos
proporciona calor y calidez, que hace que las conversaciones sean más sinceras,
que las palabras salgan solas y los silencios son más tuyos, más personales,
más de uno.
Pasear
y recorrer mi bendito pueblo es un ejercicio de ver, sentir y encontrarte en
Familia, saludando a nuestros paisanos que están sentados, al calor o a la
sombra según esté el tiempo, charlando junto a un compañero fiel y leal:
Juanito el gatito negro que tiene Mateo.
Pasamos
donde están los gatos más simpáticos y hambrientos del mundo junto a las
gallinas y un sempiterno perrito que desborda en alegría cuando nos ve.
Enternece cuando llega Mateo y su mujer para darle su diario sustento o Amalia
para cuidarlos.
Pasamos
por el restaurante “La Velada” que tiene las puertas abiertas mientras de la
cocina sale olor con sabor a exquisito. Mientras el bueno de Paco pastorea a su ganado con
paciencia.
Puede
ser que esa semana esté Antonio con su perra Luna o Andrés y Mari, así
continuamos nuestro recorrido. Llegamos hasta la casa de Teresa del Valle y su Familia a la que queremos de verdad unos
pasos más adelante el Ayuntamiento, pequeño y coqueto, que en los días
ordinarios existe tanta vida como vida hay en sus calles.
En
la Posada María Jesús con su eterna y elegante sonrisa, Miguel sentado tomando
un café pacientemente, Isa, Berna, Amalia atendiendo con suma amabilidad a los
clientes del hotel o los vecinos que hasta allí nos trasladamos para tomar algo
al calor de una buena conversación. ¡Grandes tertulias se pueden realizar al
calor de una buena copa, la mejor compañía y el sagrado respeto a cuanto
piensa, dice, opina la persona que tenemos a nuestro lado! ¡Qué ejemplo nos dan
los convecinos de Villaluenga al resto del mundo que ha perdido el saber y el
sabor de la educación, del respeto, del saber estar!
La
Botica abierta que está junto al Centro Médico cuya facultativa, es querida,
admirada y respetada por chicos, jóvenes y mayores.
Puedes
ver a Nito y a su preciosa Familia junto a sus abuelos caminando tranquilamente
hacia La Alameda, núcleo central de nuestro pueblo, rodeada del viejo y
centenario Casino, del bar Alameda donde siempre hay alguien charlando, tomando
una copa o jugando interminables partidas de dominó. La Iglesia de San Miguel
donde está entronizada nuestra Madre y Patrona la Virgen del Rosario. Atrás
hemos dejado el cementerio más romántico que existe y que está cobijado en las
paredes de la antigua Iglesia de El Salvador quemada por las tropas
napoleónicas en la guerra de la Independencia porque nuestro bendito pueblo está
lleno de gallardía, valentía y honor pues no se somete ni se rinde nunca y eso
lo lleváis en vuestros genes, en vuestra sangre. Soy de nacimiento de Cádiz y
he vivido la mayor parte de mi vida en San Fernando que son las únicas dos
ciudades que no cayeron bajo el yugo napoleónico aunque no lo hicimos por la
cantidad de sangre derramada de tantos patriotas, tantas ciudades y pueblos que
debilitaron a base de lucha y sacrificio al imponente enemigo francés. ¡España
es lo que es gracias en parte a Villaluenga del Rosario!
Y
si es viernes podrás desayunar las famosas tortas de masa de Ana Mari y al
frente de este local una verdadera institución en el pueblo: Diego Franco.
Diego Franco que junto a su
extraordinaria esposa, que no pasa por su mejor momento y que pido a la Virgen
del Rosario la proteja siempre, en todo momento y ocasión, y Ana Mari son el
santo y seña de la cocina de siempre de nuestro bendito pueblo. Allí trabajan
todos desde el patriarca, los hijos, los nietos porque todos van a una en el trabajo
familiar, ya sea en el restaurante como en las labores de campo, ganadería y
pastoreo.
Villaluenga
es ver a Antonio Benitez, único Policía Municipal, siempre vigilante, esté o no
trabajando, es encontrarte con Juande y
conversar con él de lo más variado que abarca desde el campo, hasta las
estrellas pasando por los extraterrestres, es saludar a Rubi y Carolina que
pasean a su hijo o a Delia y José Manuel haciendo lo mismo con sus chiquitines.
Es encontrarte en el mismo sitio y mismo lugar el Bar Gómez que no cambia por
más tiempo que pase, bajar a “La Covacha” donde puedes encontrar de todo y que
serás atendido por nuestros queridos amigos Diego e Inma, es ir paseando y ver
a Paloma como cuida de las gallinas o snoopy que nos saluda dando saltos de alegría,
llamar a Diana que viene veloz hacia ti con una piedra inmensa en su boca
mientras su dueño Juan Rosa charla amigablemente, es encontrarte con Isabel y
Ana en una de sus largas caminatas, es pasar por la Iglesia y escuchar como
ensaya el Coro Parroquial, es saludar a Oscar, Alex, Pedro, Toni, Adrián, Isa,
Reme, Laura, Cándida, Juani, María, Diego, Cristobal, Berna, Almudena, Leti,
Reme, María Jesús, Pepe, Mateo, Rogelio, Charo, José Luis, Pilar, Jesús, José
María, Salvador, José Miguel, Antonio… y así podría estar nombrando durante
horas y no me cansaría aunque sí a vosotros.
Villaluenga
es escuchar el saludo vigoroso de Rogelio a unos caminantes: ¡Buen viaje!
Villaluenga es ver al Padre Francisco con una gran sonrisa mientras coge el
coche que le lleva a otra parroquia, Villaluenga es ver a Alfonso, nuestro
alcalde, hablando permanentemente por teléfono, solucionando cosas de nuestro
pueblo, Villaluenga es ver a Pedro Piña junto a su encantador hijo, Villaluenga
es ver a Tachy preparando todo lo que tenga que ver con el Toro de Cuerda o
haciendo esas fotografía que sólo él puede realizar porque está dotado de una
sensibilidad especial que lo hacen ser un auténtico poeta, Villaluenga es
conversar con cualquiera de nuestros mayores que son ejemplo de testimonio de
vida, Villaluenga es aprender de Isabel
que va todos los días a casa de Ana, fallecida recientemente, para echarle un
cable a los hermanos, Villaluenga es ver a Catina de un lugar a otro y siempre
sirviendo a los demás con una gran sonrisa instalada en su despejada cara,
Villaluenga es ver a Salvador España trabajando o departiendo con los amigos
entre risas y bromas, Villaluenga es ver a Mateo al frente de su tienda junto a
la ermita con su potente voz y dando medidos paseos que lo mantengan en forma,
Villaluenga es…
Villaluenga
es también la posibilidad de ver el cielo más cercano, más próximo donde hasta
las nubes, la niebla, el sol, la luna y las estrellas parecen que se pueden
tocar con solo alzar la mano.
Y
Villaluenga también es quietud, tranquilidad, silencio solo roto por el ladrido
de un perro en la lejanía o de un gallo que canta cuando le da la gana.
Villaluenga es paz que se respira como el aire puro, es belleza por estar
enclavada entre montañas, es verdor, frío, lluvia, es hospitalidad, brazos y puertas
abiertas. Villaluenga es compañía, amistad, sentirte querido, cómodo y siempre
acompañado.
Villaluenga
es divisar a lo lejos a Esperanza y Marcos, madre e hijo, dos personas unidos a
un mismo corazón junto a Antonio Jesús y su perrita Brenda.
Villaluenga es conversar, caminar,
vivir junto a un buen amigo y hermano del alma como es Miguel Ángel Pacheco
junto a sus hijos Miguel y Pablo. Es María Jesús y Pepe con sus incansables
hijos que tanto disfrutan de cada palmo de esta rocosa tierra.
Villaluenga
es Juan y Mara, sus hijos, siempre rodeados de buenos amigos porque son el vivo
reflejo de la eterna juventud.
Villaluenga
es escuchar las campanas de la cercana Iglesia de San Miguel y presenciar la
labor humilde y callada de nuestro buen amigo, José Miguel Calle.
Villaluenga
es la alegría de encontrarte con un coche por esas carreteras de Dios con el
logotipo de “Hermanos Moscosos”.
Villaluenga
es Charo Oliva, su marido Jesús, con su extraordinaria quesería cien por cien
ecológica. Y Agustín con el Saltillo y vigilando sus toros bravos. Villaluenga
es quesos reconocidos en toda España y en el mundo, tierra de cuevas y
espeleología, concentración de boys scouts, sempiternos senderistas en busca
del más difícil todavía.
Villaluenga
es Viernes Santo donde Cristo se encuentra con su Madre en El Calvario, donde
la Pastora es llevada entre vítores, cánticos y rezos en alegre y devocional
peregrinación cuando ha llegado la primavera, es San Roque en Agosto y Rosario
en las Piedras, en las fiestas, en el Rosario.
Villaluenga
es Primavera, verano, otoño e invierno.
Intentar
condensar en un tiempo tan limitado lo que significa para mí Villaluenga del
Rosario se hace complicado porque para conocer este bendito rincón, sus cosas,
sus gentes hacen faltas muchos años y aun así no creo que lo consiga.
Después
de lo que dicho podéis creerme que Villaluenga es la fuente de inspiración que
Dios ha puesto en mi vida y que queda condensada en este libro que hoy aquí se
ha presentado, solamente presentado, porque aunque se puede adquirir por vía de
la editorial en mis líneas de presentaciones no lo pongo a la venta como tal.
Hoy quiero regalar un ejemplar al pueblo, para que lo tengan en la biblioteca
municipal y allí lo podéis leer sin que suponga un quebranto económico para
vosotros
Quiero
dar las gracias a todos vosotros por estar hoy aquí junto a mí, junto a
nosotros, compartiendo este privilegiado momento y esta primera presentación
del libro que tiene carácter de mundial.
Gracias
a Antonio por sus palabras, a Alfonso Moscoso, nuestro alcalde, así como al
Padre Francisco por su buena disposición, su cariño.
Gracias
al Señor que permanece en las paredes del Sagrario esperándonos todos los días
con los brazos abierto y gracias a ti, Rosario…
Dios
te salve Rosario
Reina,
Madre y Patrona de nuestras vidas
Dios
te salve María
Protectora
de nuestro día a día
Dios
te salve Augusta Madre
Que
en tu Manto nos llevas a todos los hijos de este bendito Pueblo
Dios
te salve Señora
Que
obras cada día el milagro de quererte más por día que pasa.
Dios
te salve Virgen mía
Que
unes nuestros corazones junto al tuyo por medio del Rosario
Dios
te salve Espejo de Belleza Inmaculada
Que
proteges a todos tus hijos por igual, los quiere por igual, los cuida por igual
como solo puede hacerlo una Madre.
A
ti llamamos los hijos de este bendito pueblo, en ti suspiramos nuestras
preocupaciones, a ti te alabamos en nuestras alegrías.
Esos
pañuelos que cuelgan de las maniguetas son muestras de Amor hacia ti, el mismo
Amor que nosotros recibimos a diario de ti y de tu Hijo que es fruto bendito de
tu Vientre. La fe y devoción en Nuestra Madre del Rosario no atiende a años,
fuerzas o voluntad sino simplemente a puro y sincero Amor de hijos a Su Madre.
Protégenos
Señora, cuida de este bendito pueblo, a todos los hijos desperdigados por esos
mundos de Dios así como los que ya se han marchado a la Casa Eterna del Padre.
Cuida
siempre de nosotros desde que el sol sale por el Puerto de las Viñas hasta que
se esconde por el Caíllo.
Haznos
dóciles a los mandatos de Tu Bendito Hijo y que en nuestros corazones alumbre
la mansedumbre y la humildad porque nadie es más que nadie y todos estamos para
servirnos los unos a los otros como Tú quieres que así sea.
Gracia
María, Madre de Dios y Madre nuestra por ser quien sois: La Santísima Virgen
del Rosario, la llena de Gracia, sin pecado concebida, Madre de todos y cada
uno de nosotros. La Reina y Patrona de Villaluenga.
¡Felicidades
Rosario! ¡Felicidades mi Vida!
Intervención de Jesús Rodríguez Arias en la presentación
del libro “Diario de un blog” el día 2 de octubre, Festividad de los Santos
Ángeles Custodios, en la Iglesia de San Miguel de Villaluenga del Rosario.
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