Amman – La pequeña Aisha, que ha nacido el 27 de mayo, es la número mil de los bebés nacidos en la clínica del campo de refugiados de Zaatari, a 80 kilómetros al noreste de Ammán, donde actualmente sobreviven al menos 85.000 refugiados sirios. De acuerdo con organismos de la ONU que realiza un seguimiento de los nuevos nacimientos en Zaatari, después de Aisha, en el mismo campo de refugiados, ya han nacido otros 30 niños, y desde el inicio del año 37 embarazos fueron llevados a término por chicas menores de 18 años. “Es un hecho que choca”, dice a la Agencia Fides el Director de Cáritas Jordania, Wael Suleiman, “sobre todo si se tiene en cuenta que sólo se refiere a la población de Zaatari. En toda Jordania ahora hay un millón 400 mil refugiados sirios, y entre ellos están naciendo miles y miles de niños. Muchas mujeres huyen de Siria sólo porque están embarazadas y desean dar a luz en un lugar que garantice desde el punto de vista sanitario los requisitos mínimos de seguridad, mientras que en las ciudades y pueblos de los que huyeron los hospitales y clínicas han sido destruidos por el conflicto o se utilizan sólo para tratar a los heridos. Logicamente”, agrega Suleiman, “estos pequeños nacen en los campos de refugiados como signos de esperanza en una situación que parece no tener esperanza, donde se dan también casos de violencia, y que desafía a la comunidad internacional en sus esfuerzos por asegurarles un futuro digno”.
El pasado 18 de junio Wael Suleiman retiró en Lucerna el “Caritas Prix 2014” otorgado por Caritas Suiza por el trabajo realizado por Caritas Jordania en favor de los refugiados sirios. “Los refugiados” dice Suleiman a Fides: “Están cansados de la guerra, vinieron y siguen viniendo a Jordania para vivir en paz. Ayer llegaron 570 nuevos. No quieren crear problemas y en este sentido, en mi opinión, su presencia no constituye en modo alguno un riesgo de que Jordania se vea contagiada de los conflictos que nos rodean”. .
El pasado 18 de junio Wael Suleiman retiró en Lucerna el “Caritas Prix 2014” otorgado por Caritas Suiza por el trabajo realizado por Caritas Jordania en favor de los refugiados sirios. “Los refugiados” dice Suleiman a Fides: “Están cansados de la guerra, vinieron y siguen viniendo a Jordania para vivir en paz. Ayer llegaron 570 nuevos. No quieren crear problemas y en este sentido, en mi opinión, su presencia no constituye en modo alguno un riesgo de que Jordania se vea contagiada de los conflictos que nos rodean”. .
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