EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: "Buscad la paz con todos y la santificación, sin la cual nadie verá al Señor. Procurad que nadie se quede sin la gracia de Dios y que ninguna raíz amarga rebrote y haga daño". (Oficio de Lecturas). Cristo murió para redimirnos, lo hemos comentado y apreciado muchas veces. Pero esta redención la experimentaremos si en nuestro corazón hay paz. Por eso la insistencia de Jesús para que tengamos paz, para que la busquemos, para que la desarrollemos. Una persona en paz, con su espíritu en paz, es capaz de reconocer la salvación y unirse a ella. No en vano a Cristo lo llaman Príncipe de La Paz. Y en nuestras vida llenas de paz se puede construir el camino de la santificación. Así es como podemos recibir, y ayudar a que otros la reciban, la gracia de Dios. Ya, estando en gracia, llenos de paz, nada ni nadie podrá nos la podrá quitar. Los resentimientos, las disputas, los rencores y la malicia no tendrán cabida en nuestras vidas. Y, todo esto, es frutó de la redención. Cristo muere para traernos vida eterna, paz y reconciliación con Dios. ¿Tomamos conciencia? Dame, mi Dios, capacidad para entender tu camino de paz, de reconciliación, de santidad, uniéndome a tu pasión y a tu resurrección. Santa María de la Paz, ruega por nosotros.
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