EL ALBA SE ASOMA A MI ORACIÓN: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» (Lectura del día). Hoy, el Señor, me ha puesto esta lectura por delante para decirme algo. El milagro está claro: levántate y ponte a andar. Dios me rescata de mis tentaciones, de mis tendencias, de aquello que me tiene atrapado, de aquello que me esclaviza, de aquello que me quita libertad. Con sus Sacramentos y su Gracia me incorpora a la dignidad de mi ser. ¿Y qué puede significar la camilla? No se la interpretación que le darán los eruditos pero yo lo tomo como mi humanidad. Mi humanidad que me avasalla y mi humanidad que queda liberada. Dios me levanta de mis debilidades y rescata mi condición de persona. Dios convierte mi hombre viejo en hombre nuevo, con la riqueza de mi propio ser. No me transforma en "otro", sino en mi "yo" dignificado. Gracias, Señor, porque Tú nos quieres humanos, sensibles, gozando de nuestra existencia, de nuestro "ser" y dándote gloria con ello. Dame capacidad para entender que quieres mi humanidad, con mis limitaciones, pero redimida. Santa María, Virgen y Madre, ruega por nosotros.
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