El funeral será hoy domingo, a las cuatro de la tarde, en la iglesia de San Lucas y estará oficiado por el obispo de la Diócesis
F.ABUIN JEREZ | ACTUALIZADO 30.06.2013 - 01:00
Finalmente no pudo ser. El cáncer venció y el bueno de Paco Bazán fallecía ayer en el Hospital de Jerez sobre las cuatro de la tarde tras varios días en los que se esperaba su óbito. El funeral será hoy domingo, a las cuatro de la tarde, en la iglesia de San Lucas oficiado por el obispo diocesano, el mismo templo que acogió desde la tarde de ayer la capilla ardiente con los restos del que fue en vida hermano mayor de la hermandad de Las Tres Caídas.
El fallecimiento de Bazán, a los 51 años de edad, ha causado una gran consternación en el mundo cofrade local donde gozaba de un gran prestigio gracias a su faceta profesional como restaurador, habiendo asumido encargos de notable entidad como la restauración del paso de La Cena, como hito destacado en su carrera, y numerosas imágenes, entre otras, La Esperanza de la Yedra, Tres Caídas, Angustias, Ecce Homo, Desamparo. Desde el año 2011 era también miembro de la Academia San Dionisio de Jerez.
La empatía con Paco era fácil. Persona amable, devota y entregada a su misión, deja una profunda huella entre los que lo trataron de cerca, sobre todo por cómo afrontó su enfermedad. Como profesional, al talento se le sumaba una sensibilidad especial que, junto a las garantías que como restaurador le amparaban, hacían de él un profesional fuera de lo común. Como hermano mayor, pese a que la enfermedad le mermó pudo estar de forma permanente en la gestión, consiguió un equipo compacto que supo interpretar su concepto continuista en cuanto a las formas de la hermandad que recibió de sus mayores pero introduciendo innovaciones, la más significativa la música tras el paso de palio de Los Dolores.
Precisamente, esta imagen la pudimos ver con sus manos unidas el pasado Miércoles Santo, detalle que decía bien a las claras el afecto y el inmenso cariño de la hermandad hacia el entonces su hermano mayor, que sí pudo vestir la túnica de la cofradía, contra viento, mareas y lluvias. La capilla ardiente de ayer fue una gran manifestación de pesar del mundo cofrade, que pasó ante su féretro situado bajo las históricas bóvedas del templo que tanto amó, justo al pie del presbiterio con la presencia de los estandartes de las Tres Caídas, Yedra, Angustias y Vera Cruz. Nuestra Señora de los Dolores fue vestida de luto.
Paco Bazán ya está con el Padre. Su recuerdo será imperecedero y queda ya entre los grandes del cofradierismo jerezano y, más aún, a través de su trabajo en el que volcó su enorme sensibilidad y devoción. Descanse en paz.
El fallecimiento de Bazán, a los 51 años de edad, ha causado una gran consternación en el mundo cofrade local donde gozaba de un gran prestigio gracias a su faceta profesional como restaurador, habiendo asumido encargos de notable entidad como la restauración del paso de La Cena, como hito destacado en su carrera, y numerosas imágenes, entre otras, La Esperanza de la Yedra, Tres Caídas, Angustias, Ecce Homo, Desamparo. Desde el año 2011 era también miembro de la Academia San Dionisio de Jerez.
La empatía con Paco era fácil. Persona amable, devota y entregada a su misión, deja una profunda huella entre los que lo trataron de cerca, sobre todo por cómo afrontó su enfermedad. Como profesional, al talento se le sumaba una sensibilidad especial que, junto a las garantías que como restaurador le amparaban, hacían de él un profesional fuera de lo común. Como hermano mayor, pese a que la enfermedad le mermó pudo estar de forma permanente en la gestión, consiguió un equipo compacto que supo interpretar su concepto continuista en cuanto a las formas de la hermandad que recibió de sus mayores pero introduciendo innovaciones, la más significativa la música tras el paso de palio de Los Dolores.
Precisamente, esta imagen la pudimos ver con sus manos unidas el pasado Miércoles Santo, detalle que decía bien a las claras el afecto y el inmenso cariño de la hermandad hacia el entonces su hermano mayor, que sí pudo vestir la túnica de la cofradía, contra viento, mareas y lluvias. La capilla ardiente de ayer fue una gran manifestación de pesar del mundo cofrade, que pasó ante su féretro situado bajo las históricas bóvedas del templo que tanto amó, justo al pie del presbiterio con la presencia de los estandartes de las Tres Caídas, Yedra, Angustias y Vera Cruz. Nuestra Señora de los Dolores fue vestida de luto.
Paco Bazán ya está con el Padre. Su recuerdo será imperecedero y queda ya entre los grandes del cofradierismo jerezano y, más aún, a través de su trabajo en el que volcó su enorme sensibilidad y devoción. Descanse en paz.
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