¿No observáis que en estas fiestas se respira otro aire? ¿Los comportamientos y actitudes varían hacia una mayor comprensión, tolerancia, respeto, tranquilidad? Parece que todo el mundo estuviera en "otro mundo", un mundo más generoso y cordial. ¡Qué me gustaría que estas fechas se perpetuaran solo por vivir en este clima de tranquilidad y de buenas noticias!
Estamos inmersos ya en otra celebración importante: Los Reyes Magos. Una antiquísima tradición en España. Aquí los experimentos americanos no triunfan tanto ni pueden pisotear a nuestro Reyes Magos. Ahora, más que nunca, la ILUSIÓN se escribe, así, en mayúscula. Los niños tienen su miradita perdida en ese horizonte puro, inocente y sano que significa la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente, que vienen a adorar al Niño Jesús y de paso a colmar muchas ilusiones y deseos. Los adultos, que ya no tenemos esa mirada puesta en el horizonte perdido asumimos estas mágicas fechas con sentimientos entremezclados: La ilusión que vivimos en los niños y al rememorar nuestra, ya, lejana e inocente infancia. Todos tenemos recuerdos para dar y regalar, todos tenemos en estas fechas nuestros corazones agradecidos a las almas entregadas de tantos padres, abuelos, tíos, padrinos y demás seres queridos que hicieron de nuestra niñez un tiempo bueno y de recuerdos, muchos recuerdos imborrables.
Estamos viviendo en España los efectos más negativos de la crisis económica y todo porque el Gobierno anterior no gobernó, no gestionó eficazmente para que estos nocivos efectos ahora no lo fueran tanto. Los de izquierdas están enfadados con la derecha porque se sienten: ¿Decepcionados? ¿Ellos? Cuando leo y escucho estas cosas me parece que todavía estamos en el Día de los Inocentes. Mientras el Gabinete Rajoy se enfrenta a las "cajas vacías" en el partido que "gobernó" España, aunque parece que nunca estuvieron ahí, se pelean a muerte por la Secretaría General. Los aspirantes: Dos jóvenes promesas de socialismo Español: Rubalcaba y Chacón. Tanto monta...
Pero la gente normal ha encajado las primeras medidas con resignación aunque ven que algo se tiene que hacer para salir de este abismo. En un panorama tan sombrío como el que nos alumbra parece que todo queda postergado al final de estas fiestas porque ahora la Navidad, Año Nuevo y Reyes actúan como un necesario efecto sedante ante tanto pesimismo, ante tanta tristeza.
Vivamos estos días que envuelven a la Venida de SS.MM. los Reyes Magos de Oriente con alegría, con generosidad, incluso para los que no tienen nada, y relajadamente. Son días para gozarlos, que las malas noticias están ahí y nos rodean. Tenemos un año entero para preocuparnos y solo unos días para vivir, como lo estamos haciendo.
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