jueves, 26 de enero de 2012

"LA UNIVERSIDAD DEBE ENSEÑAR A LOS ESTUDIANTES A PENSAR".



Ian Ker, en la Universidad Eclesiástica San Dámaso
«La Universidad debe enseñar a los estudiantes a pensar»
Con motivo de la fiesta de Santo Tomás de Aquino, la Universidad Eclesiástica San Dámaso celebra mañana, a las 11,30 horas, un acto académico en el que el profesor Ian Ker, de la Universidad de Oxford, hablará sobre La idea de la Universidad en Newman, de quien ha escrito la que es considerada como su biografía más completa. En esta entrevista, habla sobre cómo el pensamiento del Beato puede ayudar en la actual situación de emergencia educativa

El presente y el futuro de una sociedad se pueden percibir claramente con sólo tomar el pulso de su dimensión educativa, especialmente la universitaria. Benedicto XVI, durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud, afirmó que «la Universidad está llamada a ser la casa donde se busca la verdad», al tiempo que denunció que hoy está al servicio de una «lógica utilitarista de simple mercado». ¿Por qué ha perdido la Universidad hoy esta seña de identidad? El profesor Ian Ker, quien pronunciará una conferencia mañana en la Universidad San Dámaso con ocasión de la festividad de Santo Tomás, señala que este fenómeno «no es algo sorprendente en una cultura secular postmoderna, que se hace eco de la pregunta de Poncio Pilato: ¿Qué es la verdad? Hoy, debido a la ausencia de Dios en el ambiente, la idea de unidad en el conocimiento de la Creación se ha perdido».
A este diagnóstico contribuye una concepción de la moral que se ha encerrado en sí misma. Precisamente el cardenal Newman, de quien hablará el profesor Ker en San Dámaso, fue pionero en la teoría de la primacía de la conciencia en el hombre; pero esto se entiende hoy como una defensa a ultranza de la autonomía moral de la persona. Y todo ello tiene repercusiones en el mundo de la enseñanza, señala el autor de John Henry Newman. Una biografía (Editorial Palabra): «Newman hizo hincapié en los derechos y deberes de la conciencia personal del individuo, pero esto es algo que implica una autoridad externa. La moderna falsificación de la conciencia fue descrita por Newman como una mera creación del hombre, o un simple deseo de ser coherente con uno mismo. Sin embargo, cuando Newman dijo aquella frase tan malinterpretada de que brindaría por el Papa, pero primero por la conciencia, no estaba justificando algo así como una conciencia disidente, sino afirmando que ninguna autoridad superior podría justificar la obediencia a una orden inmoral».
Verdad y belleza, de la mano
Entonces, ¿cuál es el ideal de universidad en Newman? «Básicamente -responde Ker-, consiste en enseñar a los estudiantes a pensar». Y si enseñar a pensar es enseñar a vivir, la formación que se recibe en la universidad debe ir más allá de la mera asimilación de datos. La Universidad San Dámaso contribuye a ello en la medida en que «asegura que a los estudiantes se les enseña los contenidos religiosos y teológicos acordes con su madurez; deja en claro que la razón y la fe son complementarias y no opuestas; y fomenta una cultura auténticamente católica, en la que la verdad y la belleza van de la mano».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Don Javier Prades, Rector de la Universidad San Dámaso, sobre la emergencia educativa:
No se trata sólo de más recursos; es cuestión de personas

A finales de diciembre pasado, el Gran Canciller de la UniversidadSan Dámaso, el cardenal Rouco Varela, firmó el nombramiento de don Javier Prades, hasta ahora Delegado del Gran Canciller para la Universidad, como Rector de la misma, una vez obtenido el nihil obstat de la Congregación para la Educación Católica. El nuevo Rector -que jurará su cargo ante el Gran Canciller en el transcurso del acto académico de mañana- recoge el reto de la situación deemergencia educativa que ha denunciado recientemente el Papa. «Nosotros reconocemos -afirma el Rector de San Dámaso- el diagnóstico del Papa: hay un desafío educativo. Percibimos el realismo de sus palabras. ¿Qué podemos hacer desde San Dámaso? Benedicto XVI ha dicho recientemente que este desafío requiere, sobre todo, la presencia de educadores que sean testigos de la verdad que comunican. Ante laemergencia educativa, es fácil pensar que hay que multiplicar los recursos técnicos, mientras que el Papa pone el acento en las personas. Percibimos la necesidad de cuidar a nuestros profesores para que sean competentes en sus materias científicas y puedan transmitir los contenidos de las mismas de manera que se perciba la implicación de su vida con aquellos contenidos. El Papa apunta en esta dirección para salir de la crisis educativa, y nosotros lo queremos cuidar especialmente, trabajando con los profesores en cuanto a su capacitación, al mismo tiempo que fomentando un clima universitario que haga transparente la comunión eclesial. En este sentido, la idea de la calidad no se reduce sólo a una cuestión técnica u organizativa, sino que tiene también una dimensión personal».

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