Ya hemos tenido suficiente". Quien no aguanta más es Kristen Day, directora de Demócratas por la Vida, uno de los numerosos grupos de activistas sobre los que se funda la potente sociedad civil norteamericana. Para Day, los candidatos demócratas "tienen tanto miedo al lobby abortista porque temen perder todo su dinero y apoyo". Y así, sin excepción, respaldan leyes como la de Nueva York, que permiten el aborto hasta el mismo momento del parto. Kristen Day, a la desesperada, ha declarado: "Necesitamos demócratas provida en todo el país que se dirijan a estos candidatos para hacerles la pregunta: ¿Quieres demócratas provida en el partido? Porque si no, no votaremos por ti".
Sólo unos días antes, el 24 de enero, se celebró en Washington la anual y multitudinaria Marcha por la Vida, este año con la novedad de la asistencia del presidente de la nación, algo nunca visto hasta ahora. Trump, al que muchos siguen considerando un simple bocazas, hizo un discurso antológico, con momentos de enorme intensidad: "Cada niño es un don precioso y sagrado de Dios... Cuando vemos la imagen de un bebé en el útero, percibimos la majestad de la creación de Dios... Cuando tenemos en los brazos a un recién nacido, sabemos el amor infinito que cada niño trae a una familia. Cuando vemos a un niño crecer, vemos el esplendor que emana de cada alma humana". O cuando se dirigió a las numerosísimas madres presentes con sus hijos: "Os celebramos y declaramos que las madres son heroínas. Vuestra fuerza, devoción y guía es lo que da fuerza a nuestra nación".
El aborto, que aquí se considera ya por todos los partidos, a excepción de Vox, un asunto cerrado, es hoy en los Estados Unidos el primer debate social, progresivamente inclinado en favor del movimiento provida en la medida en que se sabe más de la vida intrauterina y de la innegable humanidad del feto. Trump se ha dado cuenta de lo que puede suponerle ponerse a la cabeza de ese movimiento imparable y se ha convertido en el presidente más favorable a la vida de la historia reciente. En las elecciones de noviembre va a ser este un asunto central, quizá el más influyente en la decisión final del votante. No en vano, la gran multinacional abortera Planned Parenthood ha decidido invertir 45 millones de dólares en la campaña contra Trump. Pero se trata de la vida y el dinero no lo es todo.
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