J. Lozano
Todavía el mundo está conmocionado por el fallecimiento el pasado domingo en un accidente de helicóptero del legendario jugador de baloncesto Kobe Bryant, su hija Gianna de 13 años y otras cinco personas.
Bryant, jugador durante toda su carrera de Los Ángeles Lakers, fue criado como católico por su familia, fe que se alimentó durante su infancia en Italia, donde su padre jugó también al baloncesto. Y precisamente fue a esta fe a la que se agarró Kobe en el peor momento de su vida: cuando fue acusado de una violación, y aunque era inocente, sí reconoció haber sido infiel a su esposa.
Fue un sacerdote el que ayudó a Kobe Bryant a salvar su matrimonio, que finalmente salió fortalecido y con cuya esposa, Vanessa, tuvo otros dos hijos a lo que se sumaba los dos que ya tenía la pareja. Desde entonces, la fe católica fue un elemento central en esta familia.
Domingo de partido... y de acudir pronto a misa
Se van conociendo más detalles sobre este triste suceso como que Kobe Bryant y su hija se dirigían a un partido de Gianna. Y como era domingo, para no faltar al precepto dominical, ambos habían acudido a misa de siete de la mañana en la iglesia de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles del condado de Orange. Los testigos confirman además que ambos comulgaron.
Kobe Bryant y su familia eran feligreses de la parroquia de Nuestra Señora Reina de los Ángeles en el condado de Orange
Una vez acabada la celebración religiosa salieron de la iglesia y poco después se subirían en el helicóptero que se acabaría estrellando. Ambos murieron poco después de haber escuchado misa y comulgado.
Salió por detrás para no molestar a otros feligreses
La portavoz de la parroquia Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, Julie Hermes, ha confirmado que “la leyenda del baloncesto salió (de la misa) por la parte posterior… y se fue pronto para evitar molestar a otros feligreses".
“Asistió a la misa de 7 de la mañana antes de ir al aeropuerto John Wayne del Condado de Orange. Me imagino que fue directo al aeropuerto, porque la misa fue de 7 a 8 de la mañana. Fue muy discreto. Él entraba y se quedaba atrás, y su familia también, y luego solía irse un poco antes del final de la celebración”, recalcaba esta portavoz parroquial.
"Muy querido en la iglesia y muy devoto"
Y por último, Hermes recalcó que Kobe “era muy querido en la iglesia y muy devoto, muy dedicado a su fe”. De hecho, ella misma acudió en la parroquia a la primera misa que hubo ese mismo domingo después de que se conociera el accidente. Muchos de los asistentes conocían a la familia y estaban profundamente conmocionados.
Kobe Bryant, junto a su hermana, el día de su Primera Comunión en Italia
“Fui a la misa de 12, que fue ofrecida por él. Desde entonces, cada misa se ha ofrecido a Kobe y a las familias de todas las víctimas. Todos estaban atónitos, en silencio, en shock (…) Nuestros feligreses lo conocían no sólo de la iglesia sino de la comunidad, porque Kobe era una parte importante de esta comunidad. Así es como le conocía yo también. Vivo muy cerca de él en Newport Coast. Era una persona normal, no sabrías que era una celebridad, salía solo sin guardaespaldas”.
"Frecuentemente asistía a misa"
Por su parte, monseñor Timothy Freyer, obispo de Orange, diócesis a la que pertenecía la familia Bryant publicó un emotivo mensaje en las redes sociales desde Roma, donde se encontraba de visita al Papa, indicó que “Kobe fue un icono que nos inspiró a través de sus palabras y acciones para alcanzar nuestras metas, trabajar duro y alcanzar nuestros sueños”.
Kobe Bryant estaba casado, logró salvar el matrimonio casi destruido, y tenía cuatro hijos. La más pequeña tiene sólo siete meses (no aparece en la imagen)
Sobre su feligrés afirmaba: “Era un católico comprometido que amaba a su familia y amaba su fe. Residente del condado de Orange y feligrés de nuestra diócesis, Kobe frecuentemente asistía a misa, y se sentaba en la parte trasera de la iglesia para que no distraer a la gente de de la presencia de Cristo”.
También iba a la iglesia entre semana
A raiz de la muerte de la estrella de la NBA, la cantante Cristina Ballestero relató en Instagram un encuentro con Kobe un día entre semana en misa, en la catedral de la Sagrada Familia de Orange. Se sentó detrás de ellas y al ir a comulgar lo hizo inmediatamente después: "Fue una experiencia genial comulgar antes que él y verle en misa entre semana".
Vanessa y Kobe consagraban mucho tiempo a su fundación, dedicada "a mejorar la vida de jóvenes y familias necesitadas", en particular de personas sin techo.
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