Muchas veces, sin darnos cuenta, los padres de familia tratamos y damos a los hijos lo que consideramos conveniente, sin saber realmente lo que ellos necesitan; por lo tanto, no alcanzamos a cubrir sus necesidades de la mejor manera.
Por: Mary Carmen Cepeda Carrera | Fuente: Siame.mx
Por: Mary Carmen Cepeda Carrera | Fuente: Siame.mx
El estrés del trabajo, la rutina de cada día, los pendientes, las obligaciones… hacen que vivamos una relación fría y robótica, realizando sólo lo urgente e indispensable, pero no lo importante y necesario.
Este círculo envuelve a adultos, jóvenes, adolescentes, solteros, casados, familias… a todo tipo de personas. En esta ocasión nos enfocaremos a las familias que tienen hijos.
Muchas veces, sin darnos cuenta, los padres de familia tratamos y damos a los hijos lo que consideramos conveniente, sin saber realmente lo que ellos necesitan; por lo tanto, no alcanzamos a cubrir sus necesidades de la mejor manera.
Lo que hay que tomar en cuenta es, en primer lugar, que los niños pequeños, al igual que los más grandes y que los adultos, tienen necesidades: también sienten hambre, frío, sed, cansancio…
Para poder satisfacer esas necesidades, los niños requieren ayuda de sus padres, ya que todavía no cuentan con las habilidades necesarias para solucionar sus problemas.
Los niños necesitan en gran medida estar cerca de sus papás, necesitan no sólo conocer, sino también sentir que ellos los quieren, los apoyan y los protegen.
Ya sabemos que los niños pequeños tienen necesidades como cualquier otro, y además, sabemos que ellos sólo no pueden satisfacerlas, pero ¿cómo puedo saber qué es lo que necesita cuando él todavía no puede expresarse verbalmente?, ¿cómo descubro si el pequeño tiene hambre, sed, frío o necesita cariño?, ¿cómo puede mi hijo sentirse escuchado?
Una clave para responder esas preguntas es aprender a escuchar su lenguaje particular y específico con precisión.
Los niños pequeños que aún no han aprendido a hablar también se comunican, pero ellos tienen una forma de comunicarse y expresarse muy particular.
Cada uno se comunica con un lenguaje específico, entonces es importante que sus padres aprendan a leer y a descifrar ese lenguaje.
Pasar mucho tiempo con el pequeño ayuda a que los padres lo lleguen a conocer mejor que nadie, y desarrollar las habilidades necesarias para leer, entender y descifrar el comportamiento del niño.
Es importante asegurarse que se entendió bien lo que el niño necesitaba y que sí pudimos ayudarle; es decir, si fue posible descifrar el mensaje correctamente. El niño habrá quedado satisfecho cuando se muestre tranquilo y en paz.
Por ejemplo, si un niño empieza a llorar a la 1:00 a.m. es porque algo necesita. Lo primero que deben hacer los padres para intentar descifrar qué sentido tiene su llanto, es darle de comer; si sigue llorando, significa que el mensaje no se descifró bien, entonces ahora pueden cambiarle el pañal o taparlo para que no tenga frío… si el niño deja de llorar significa que la necesidad del niño ha quedado cubierta y que los padres pudieron comunicarse con él y entender su lenguaje único.
Ellos también necesitan escuchar a sus padres. Escuchar de ellos palabras sencillas pero con gran significado.
No olvides, cada día antes de acostarte, desearle a tu hijo un buen descanso y decirle:
– Gracias… por ser tu hijo, por compartir sus dones y virtudes; por compartir su felicidad contigo; él se sentirá feliz por verte feliz a ti.
– Lo siento… pídele disculpas si tuvieron algún disgusto, si no fuiste lo suficientemente paciente, si no diste lo mejor de ti para que él esté bien; esto ayudará a sanar la relación y arreglar malos entendidos.
– Te amo… aunque ellos saben que son amados, nunca está de más recordárselos con palabras y con acciones. Ellos necesitan escuchar que los amas.
Se vale estar cansados por la rutina y el cansancio del día a día, sin duda pueden ser días difíciles, pero hagamos lo posible por no dejar pasar un día sin que nuestros hijos escuchen que los amamos, que lo sentimos y que les damos las gracias. Hagamos lo posible para que la mayoría de las necesidades de nuestros hijos sean cubiertas de la mejor manera, con Amor, con Respeto y con Paciencia.
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