VALENCIA, 21 Jul. 17 / 11:35 am (ACI).- El Arzobispo de Valencia en España, Cardenal Antonio Cañizares, clamó para que cese el terrorismo “para siempre en todas partes del mundo”.
Así lo indicó en la homilía de la Misa que presidió el 20 de julio en la Catedral de Valencia por las víctimas del terrorismo en todo el orbe.
Según informa la agencia AVAN, el Purpurado español también pidió que “Dios dé sabiduría a las autoridades y dirigentes de los pueblos, para que encuentren y apliquen las medidas más justas y eficaces para erradicarlo (el terrorismo), y a que todos nos dé sabiduría para trabajar responsablemente en pro de la convivencia en justicia y en paz”.
Una paz “que pido para todos, para tener una sociedad unida, que España se mantenga unida, y que supere toda suerte de divisiones, que es lo que pretendía el terrorismo y sigue pretendiendo, por eso pedimos también por España”.
El Cardenal Cañizares resaltó asimismo que “ninguna violencia terrorista tiene justificación y, por eso, de ningún modo el asesinato, el crimen, se justifica como camino de liberación de sus gentes y sus pueblos”.
“La fuerza que de verdad puede vencer a la violencia asesina brota de la fe. ¡No ocultemos esta fe! Es el reconocimiento de Dios que afirma al hombre y su dignidad inviolable como persona”, dijo en la homilía.
El Arzobispo subrayó que los cristianos “tenemos la responsabilidad de defender y abrir las posibilidades de la vida, educar en una cultura de la vida y esto supone la revitalización de nuestra fe en el Dios de la vida, en el Dios del amor”.
“Es necesario esforzarnos en superar una cultura de la muerte que desgraciadamente crece en una sociedad nihilista que justifica la muerte de seres inocentes”, indicó el Cardenal.
El Arzobispo de Valencia recordó a todas las víctimas del terrorismo y alentó a que sus familias “encuentren el consuelo en Dios, que está a su lado como amor sin límites”.
En referencia a los atentados terroristas que golpean distintos lugares del mundo, el Arzobispo precisó que “ante tanto dolor que nos arranca la paz y hace que no nos acordemos de la dicha, ante esta destrucción del hombre por el hombre, hay algo que nos da esperanza, y es que la misericordia del Señor no termina y no se acaba su compasión”.
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