Cómo cada año, cada 16 de julio, lo vivo con la misma alegría y emoción que desde niño. Alegría y emoción que se han ido acrecentando con el pasar de la vida y hacer de tus más preciados recuerdos parte de tu mejor patrimonio que es el único que es personal y por tanto intransferible.
Día de la Virgen del Carmen y también de los marinos, de la gente de la mar.
Siendo de origen de una ciudad marinera y que tiene como Patrona a la Virgen del Carmen es normal que estos sentimientos broten de mi alma cada 16 de julio. Si además le unimos que en mi niñez e infancia viví pegadito al Camarín de la Virgen del Carmen y que mi madre se llama así pues esos sentimientos te llevan a un Amor más íntimo, más de uno.
Hoy en San Fernando es el día grande por excelencia y no porque esté de Feria, porque hayan actos aquí o allá, porque el verano se esté portando mejor o peor, porque en muchas casas se celebren la onomástica de tantos sino porque es el día de nuestra Bendita Patrona, Alcaldesa Perpetua, Capitana General, de la Virgen del Carmen, del Amor de los Amores de los isleños así como de toda las Callejuelas que son, somos, hijos benditos de Su Vientre.
A Ella, erigida en la Majestad que solo una Madre puede ostentar, le llegarán especialmente las salutaciones oficiales, los actos meramente protocolarios, pero los que ansía con la pasión que solo Ella puede dar es acoger a todos sus hijos, estén donde estén, para escucharles con esa sonrisa de Amor Inmaculado y aconsejarlos como sólo, en su Augusta Majestad, puede hacerlo.
Hoy y siempre la Virgen del Carmen nos espera para que volvamos como hijos pródigos a los brazos de la Madre, de nuestra Mamá del Cielo, de la Tierra, de la Mar y de una bendita Isla que cada 16 de julio se levanta teniendo en sus ojos, en su corazón lleno de nobleza, a una Virgen morena, guapa, de rizados tirabuzones, que estará engalanada con lo mejor que tiene, y que es mucho, aunque casi siempre viste su hábito marrón carmelitano pues Ella es sencilla entre las más sencillas.
Hoy cada beso, cada salve, cada oración perdida en sus preciosos ojos serán la más preciada ofrenda, joya, bordado y oro de máxima pureza pues no hay nada que valga más a una madre que nuestro Amor lleno de Amor.
Ella que está Coronada lo sigue estando cada vez que alzamos la vista y nos encontramos con su humilde y sencilla mirada llena de mansedumbre, fidelidad, Amor y Fe. En Ella está Todo y es puerta de entrada segura al Reino de los Cielos.
Y en Ella veo la mirada de esa viejecita con ojos eternos de niña, de pelo cano y sonrisa permanente que con el pasar de los años va viendo menos y escuchando poco aunque sus recuerdos y su amor a sus hijos y a Su Madre del Carmelo, la que la trajo al mundo no llegó a conocerla, hoy es más feliz no porque sea su santo sino porque lo es de su Madre, la Santísima Virgen del Carmen.
¡¡Felicidades Madre!! ¡¡Felicidades Mamá!!
Dios te Salve Madre de La Isla,
Patrona de Mar, Tierra y Cielo,
Dios te Salve Virgen Bendita,
Reina y Madre del Carmelo.
Sirva esta especial felicitación a todos los que lleven por nombre el de la Santísima Virgen del Carmen. Os deseo que seáis muy felices y que recibáis tanto Amor como el que nos llega de nuestra Madre Celestial a cada instante.
Jesús Rodríguez Arias
Foto: De mi querido y buen hermano Paco Bustamante Morejón.
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