Figura de los rejoneadores en los años 70 y brillante ganadero, se retiró de los ruedos en 1993.
LUIS NIETO, SEVILLA | ACTUALIZADO 28.07.2016 - 14:47
Ha muerto el rejoneador y ganadero Fermín Bohórquez Escribano a los 82 años de edad. Fermín Bohórquez nació en Sevilla, aunque pronto su familia se trasladó a Jerez de la Frontera, en el seno de una familia ganadera. Hijo de Fermín Bohórquez Gómez, criador de ganado bravo, y Soledad Escribano Aguirre, estuvo siempre relacionado con el mundo del toro. Otras plazas donde tuvo gran cartel fueron Córdoba, Huelva y, por supuesto, Jerez.
Triunfador en Sevilla en 1970 y 1972
Criado entre toros y caballos, se convirtió en un referente del rejoneo en los años 60 y 70. Actuó por primera vez en público en un festival en Ubrique en 1959, para posteriormente debutar como profesional en Pamplona y ya en 1962 hacer su primer paseíllo en la Feria de San Isidro de Madrid, en la que estuvo presente durante dos décadas de forma consecutiva. Otro de los pilares de su carrera fue la Maestranza de Sevilla, donde actuó 20 tardes y cortó 9 orejas, siendo declarado mejor rejoneador en dos ocasiones (1970 y 1972).
Poco a poco fue disminuyendo su número de actuaciones para hacerlo ocasionalmente a comienzos de los años 90. Se retiró en Jerez de la Frontera el 9 de octubre de 1993. A partir de ese momento se dedicó de pleno a su ganadería, de encaste Murube, que actualmente es la predilecta de los rejoneadores.
Por su participación durante 28 años en los festivales benéficos celecbrados en Santander le fue concedida la Cruz de la Beneficencia y la Medalla de Plata de Cantabria. En Almonte también toreó durante 20 años a beneficio de los ancianos y en Morata de Tajuña lo hizo durante 25 años en el festival de AFANAS, organizado por su esposa Mercedes Domecq.
A lo largo de su carrera, Fermín Bohórquez sufrió una docena de percances serios. con siete fracturas y seis cornadas; siendo la más grave la que sufrió en la Feria de San Isidro de 1971 en la plaza de Las Ventas.
Casado con Mercedes Domecq Ybarra, con la que tuvo seis hijos -el mayor, Fermín- continuó los pasos de su padre en el mundo del rejoneo hasta su retirada en 2015.
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