viernes, 25 de diciembre de 2015

EL NACIMIENTO DE JESÚS SEGÚN EL PADRE RUPNIK


Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento en Lenno
Via Statale 86 – 22016 Lenno (CO) - Italia
La escena representada detrás del altar es la de la Natividad, donde el lugar del nacimiento de Jesús es la cueva excavada en la montaña. La montaña es el lugar de la revelación de Dios y es también el sitio de la muerte de Jesús (el Calvario). La cueva es el punto más bajo de la kénosis. El negro de la cueva expresa la oscuridad, el pecado... Nosotros encontramos a Dios en lo más profundo de nuestro pecado, porque Él vino a asumir sobre sí el mal del mundo. Subir a la montaña para encontrara a Dios es nuestra respuesta al Dios que desciende.
Escena central: la Natividad
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

Jesús es colocado en el pesebre. Igual que la bestia siempre vuelve al pesebre, así el hombre siempre vuelve al pecado. Jesús va allí para poder encontrarnos. Es colocado en el pesebre tumbado, como se ve por la posición de los piececitos. Pero desde el punto de vista del Padre, que lo mira desde arriba, por un juego de perspectiva parece que está de pie. Está vestido como en la cruz, con un paño que le cubre, con las manos abiertas como en la cruz y puesto en una posición que corresponde a la mesa eucarística: es el Cordero inmolado antes de la fundación del mundo. En todos los aspectos del misterio está presente todo el misterio. En la Navidad ya nos involucra en el misterio de su Pascua.
Jesús en el pesebre
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

En los iconos de la Natividad, por lo general el personaje en primer plano es la Virgen María, para destacar que Jesús nació de una mujer (por lo tanto es verdadero hombre) virgen, es decir, no por «voluntad del hombre» -Jn 1, 13- o por los determinismos de este mundo, sino por el poder del Espíritu Santo, que se encuentra con el espacio de acogida que la criatura ofrece al don de Dios, consciente de que es portadora de un misterio que la trasciende infinitamente. María está semitumbada, porque está dando a luz. En las antiguas representaciones de la Virgen normalmente las manos se representan vendadas, porque Eva las había utilizado para coger la fruta prohibida. En el mosaico, una mano de la Virgen está en correspondencia apoyada en el altar –es decir, lo contrario de Eva y de la humanidad que trata de poseer- y la otra está en la mejilla, igual que cuando sucede algo grande y sorprendente. María, de hecho, está sorprendida: da a luz este Niño, que es el Hijo de Dios, y debe ponerlo en un pesebre. Y, como nosotros, este niño nace ya para morir (el pesebre evoca el sarcófago).
La Madre de Dios
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

José está apartado y está reflexionando, como lo indica la mano en la mejilla. Está envuelto en un manto verde, porque es descendiente de Adán, hijo de la tierra. La Virgen mira entre Jesús y el altar. José mira al cielo, preguntándose: «¿De dónde viene este niño? Viene del Padre!». Junto a él hay un árbol con hojas de color verde pálido, que recuerda la raíz de Jesé. De la realeza de David ya no hay nada, sólo un árbol seco. Pero despunta un brote: la fidelidad de Dios es absoluta, pero los tiempos no son los nuestros. Toda la tierra participa en este acontecimiento. Como dice la liturgia bizantina, la tierra ofrece la gruta, los animales envían a sus representantes, la humanidad dio a la Virgen. Todo se debe reconducir a Cristo, al único Señor.
San José
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

A la izquierda está el arcángel Miguel, jefe del ejército celestial. Miguel significa «¿Quién como Dios?» La espada de Miguel nos recuerda la lucha espiritual contra los engaños y las ilusiones.
A la derecha está el arcángel Uriel, que significa «Dios es mi luz».
El arcángel Uriel
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

El nacimiento de Cristo fue prefigurado por varios nacimientos. El de Moisés es uno de sus mayores prefiguraciones. La historia de la salvación para a través de formas no lineales. Por eso, hay que acostumbrarse a pensar según el modo de Dios y abandonar nuestra manera de pensar elaborada de manera aislada. La madre de Moisés está en Egipto, bajo una terrible esclavitud, que obliga a matar a los niños varones. Da a luz (la posición del cuerpo es la misma que la de la Madre de Dios) y entrega al niño al río, lo ofrece y se despide de él. Tiene una gran fe: el agua es una seguridad mayor que mantener al niño consigo. El agua del Nilo, en efecto, salvará a Moisés como a nosotros nos salva el bautismo, del que el Nilo es una prefiguración. Para salvar hay que entregar. Este es el contenido de la maternidad.
Moisés salvado de las aguas
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

Las dos manos de la madre de Moisés, indican el don y el drama. La mano derecha indica que querría retener consigo al niño; la izquierda que lo da, lo ama y por eso lo entrega. Al otro lado del Nilo, la hija del faraón se dispone a recibir a Moisés. El Faraón tiene en dura esclavitud al pueblo. La hija es pagana, pero se despierta en ella la maternidad y por eso salva a Moisés. Hoy el mundo está descristianizado. Tenemos que tener ojos para ver por dónde pasa la salvación, como sucedió con Moisés gracias a una mujer que se mantuvo fiel a su identidad de madre.
La madre de Moisés que entrega al niño a las aguas
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

El sagrario está situado en una zona con piedras en movimiento que dan una sensación de armonía y de belleza. La armonía es la comunión de los diferentes elementos concordes. Existe una relación secreta entre el pesebre, el monte que alude al Calvario, y el sagrario en el que Jesús se ofrece como pan de vida. Como el pan se destruye para que el hombre viva, así Cristo se hace comida para que el hombre viva. Comiéndole a Él, nos convertimos en su cuerpo penetrado por las energías del Espíritu.
El sagrario
Capilla de las Hermanas Adoratrices del SS. Sacramento
Lenno (CO) - Italia
Junio 2007

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