“Las celebraciones de Navidad carecen de significado si no compartimos la paz de Dios con quien vuelve nuestras vidas miserables”
AIN-. (AsiaNews) La celebración de Navidad “carece de significado si no compartimos la paz y la alegría de Dios los unos con los otros, en particular, con aquellos que nos hacen el mal y vuelven miserables nuestras vidas”. Es lo que afirma Mons. Bernard Moras, arzobispo de Bangalore, en su mensaje de Navidad.
El obispo subraya, asimismo, que la Navidad “es el momento oportuno para compartir el amor de Dios con nuestros hermanos y hermanas menos afortunados, que necesitan de nuestro afecto, cuidado e interés. Debemos ver a Dios en ellos y hacer llegar nuestra ayuda a los más pobres y necesitados. Si hacemos esto, tornaremos las celebraciones de Navidad más importantes y significativas”.
Mons. Moras intervino durante el encuentro anual de la diócesis en ocasión de la Navidad, llevado a cabo ayer por la tarde. Él afirmó: “Celebremos la Navidad, no sólo para mostrar la alegría por el nacimiento de Cristo. Esta fiesta invita a todos a reflexionar sobre el significado profundo de la encarnación de Cristo y acerca de su efecto sobre la creación entera. La Navidad es esencialmente una fiesta de esperanza, amor, paz, alegría y misericordia de Dios”.
En el encuentro participaron líderes políticos y religiosos. El obispo recordó a todos ellos que “la Navidad es también una invitación a poner en orden la creación”. El Papa Francisco, agregó, “publicó un documento bellísimo y completo: la Laudato sì”.
Para Mons. Moras, “esta nueva y revolucionaria encíclica llama a una profunda revolución cultural, para poder hacer frente a las crisis del ambiente”. Luego solicitó a todos los presentes “preservar al ambiente de su destrucción, no derrochar la comida, el agua, la electricidad y, sobre todo, preservar la tierra para las generaciones futuras”.
Finalmente, el obispo de Bangalore subrayó la importancia del Año extraordinario de la Misericordia, inaugurado el 8 de diciembre pasado: “Es la fiesta de Jesucristo, rey del universo y rostro viviente de la misericordia del Padre. Creo que cada uno de nosotros hallará en este Jubileo la alegría necesaria para redescubrir y volver más fructífera la misericordia de Dios, con la cual todos estamos llamados a brindar un consuelo a cada hombre y mujer de nuestro tiempo”.
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