La respuesta de la comunidad internacional es “débil” y "no basta para cubrir las necesidades” según un funcionario de Naciones Unidas
AIN-. (AsiaNews) La respuesta de la comunidad internacional a las necesidades de los refugiados sirios en el Libano y en los otros países de acogimiento es “débil” y “no basta para cubrir las necesidades” generales. Es lo que denuncia An Nahar Philippe Lazzarini - vice-coordinador y jefe especial por el Líbano en las Naciones Unidas - en una entrevista a un diario libanés de lengua árabe.
El alto funcionario de la ONU recuerda el alerta emitido recientemente por el World Food Program (WFP, Programa Mundial de Alimentación), que, de no recibir nuevos fondos, corre el riesgo de tener que suspender sus operaciones en el Líbano, Jordania y Siria a partir del mes de noviembre.
Como recordara el director de Caritas a AsiaNews, el Líbano es la nación que ha recibido más prófugos sirios huyendo de la guerra que ningún otro país, pero la situación ya está al borde del colapso. Por esta razón, el país de los cedros reviste “prioridad en la agenda de la comunidad internacional”; sin embargo, muchos de los fondos internacionales destinados a los prófugos han sido bloqueados porque los gobiernos de los países respectivos no logran aprobar su giro.
Para responder a la emergencia, los países del Grupo de los 7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá) y los países del Golfo han prometido destinar 1,8 millardos de dólares a las agencias de las Naciones Unidas que operan a favor de los refugiados. Se trata de una primera respuesta al llamado efectuado por el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien no esconde lo crítico de la situación. Las Naciones Unidas se comprometieron a brindar ayuda a casi 60 millones de desplazados a causa de los conflictos en curso. Se trata del número de desplazados más alto desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
La gravedad de la situación es confirmada también por el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres quien, agradeciendo a las 19 naciones que se comprometieron a destinar 1,8 millardos de dólares (por iniciativa de Alemania), recuerda que las agencias de la ONU ya no tienen fondos. La crisis está determinada por la necesidad de crecientes sumas debido a los conflictos en Medio Oriente; los nuevos fondos serán destinados a los refugiados de los campos de Turquía, el Líbano y Jordania.
Entre las naciones del Golfo Árabe que han prometido ayudar están Kuwait, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Se trata de países que, en las últimas semanas, han sido objeto de fuertes críticas por no haber respondido en modo concreto a la emergencia de los prófugos, constituídos en su mayoría por personas de religión musulmana y provenientes del mundo árabe. Sin embargo, como resaltan los analistas y expertos son los mismos refugiados quienes no quieren esa ayuda ni quieren ser acogidos por las ricas naciones árabes, porque buscan un “corazón y derechos” en Europa.
Por último, es importante señalar la intervención de Japón, que se comprometió a destinar 1,5 millardos de dólares para los prófugos de Siria e Irak y para los programas orientados a restituir la paz a la región. El anuncio fue efectuado ayer por el prémier nipón, Shinzo Abe, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que está desarrollándose en Nueva York. El paquete de rescate prevé 810 millones de dólares para los refugiados y desplazados internos de Siria e Irak - el triple de cuanto aportara Tokio el año pasado - y otros 750 millones de dólares para iniciativas de paz en Medio Oriente y Africa.
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