Cuttack – Oraciones y manifestaciones bajo el lema “No más violencia”: así la comunidad cristiana en la India está viviendo el séptimo aniversario de las masacres contra los cristianos que sacudieron el distrito de Kandhamal, en Orissa, el 25 de agosto de 2008 y los días sucesivos. Según la información de la Agencia Fides, las oraciones y manifestaciones no sólo se han llevado a cabo en Orissa, donde el momento central se celebrará el 31 de agosto, sino también en varios estados de la India.
En Kerala el Movimiento Juvenil, junto con el Foro Nacional de Solidaridad ha organizado un evento de tres días con la intención de mostrar la solidaridad con las víctimas, al recordar aquellos días oscuros e invocar un fuerte “nunca más violencia”.“Nuestro objetivo es crear conciencia sobre la violencia que tuvo lugar en Kandhamal y preservar la justicia, la paz y la armonía”, dice a la Agencia Fides Dhirendra Panda, coordinador del Foro y activista por los derechos humanos.
El Foro, una coalición de organizaciones de derechos humanos, activistas, periodistas, investigadores, juristas, artistas, escritores, científicos y asociaciones, ha organizado varias acciones de solidaridad para apoyar las necesidades de las víctimas y de los supervivientes de Kandhamal.Dhirendra Panda ha explicado a la Agencia Fides: “Hemos constatado que la indemnización a las víctimas ha sido mínima por parte del gobierno. Expresamos nuestra profunda conmoción por la administración de la justicia penal. Consideramos este tipo de violencia contra una comunidad específica como una mancha eterna a la democracia india, a su compromiso de garantizar los derechos humanos de sus ciudadanos, especialmente de las minorías. Mientras que los culpables son los primeros que hay que condenar, cada espectador silencioso de estos eventos es de hecho cómplice de la violencia brutal contra los cristianos tribales”. La “Jornada de la Memoria” sirve también para presionar a las instituciones políticas y judiciales.
El 25 de agosto de 2008 ocurrió la mayor ola de violencia contra una comunidad específica, después de la ocurrida contra los musulmanes de Gujarat en 2002. Más de 350 iglesias y lugares de culto cristianos fueron arrasados hasta el suelo, cerca de 6.500 casas fueron destruidas, decenas de escuelas e institutos saqueados. Los muertos fueron casi un centenar y más de 40 mujeres fueron víctimas de violaciones, acoso y humillaciones. Más de 56.000 cristianos fueron desplazados y se han reportado varios casos de conversiones forzadas al hinduismo. (Agencia Fides 25/8/2015
En Kerala el Movimiento Juvenil, junto con el Foro Nacional de Solidaridad ha organizado un evento de tres días con la intención de mostrar la solidaridad con las víctimas, al recordar aquellos días oscuros e invocar un fuerte “nunca más violencia”.“Nuestro objetivo es crear conciencia sobre la violencia que tuvo lugar en Kandhamal y preservar la justicia, la paz y la armonía”, dice a la Agencia Fides Dhirendra Panda, coordinador del Foro y activista por los derechos humanos.
El Foro, una coalición de organizaciones de derechos humanos, activistas, periodistas, investigadores, juristas, artistas, escritores, científicos y asociaciones, ha organizado varias acciones de solidaridad para apoyar las necesidades de las víctimas y de los supervivientes de Kandhamal.Dhirendra Panda ha explicado a la Agencia Fides: “Hemos constatado que la indemnización a las víctimas ha sido mínima por parte del gobierno. Expresamos nuestra profunda conmoción por la administración de la justicia penal. Consideramos este tipo de violencia contra una comunidad específica como una mancha eterna a la democracia india, a su compromiso de garantizar los derechos humanos de sus ciudadanos, especialmente de las minorías. Mientras que los culpables son los primeros que hay que condenar, cada espectador silencioso de estos eventos es de hecho cómplice de la violencia brutal contra los cristianos tribales”. La “Jornada de la Memoria” sirve también para presionar a las instituciones políticas y judiciales.
El 25 de agosto de 2008 ocurrió la mayor ola de violencia contra una comunidad específica, después de la ocurrida contra los musulmanes de Gujarat en 2002. Más de 350 iglesias y lugares de culto cristianos fueron arrasados hasta el suelo, cerca de 6.500 casas fueron destruidas, decenas de escuelas e institutos saqueados. Los muertos fueron casi un centenar y más de 40 mujeres fueron víctimas de violaciones, acoso y humillaciones. Más de 56.000 cristianos fueron desplazados y se han reportado varios casos de conversiones forzadas al hinduismo. (Agencia Fides 25/8/2015
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