Quien quiera ver una túnica que según una antigua tradición vistió la Virgen María, tiene una posibilidad en Georgia, en el Cáucaso, en la ciudad de Zugdidi, cada 15 de julio.
En realidad, puede verse todo el año en el Museo de Arquitectura y Palacio de Historia Dadiani, un museo-palacio de Zugdidi que conserva riquezas y reliquias reunidas de distintos conventos. Allí se conserva esta tela blanca.
Pero se exhibe a la veneración de los fieles cada 15 de julio, en la fiesta que se llama Vlakernoba, que alude a un barrio de Constantinopla, Blakerna, donde la túnica se guardó en la Edad Media.
A la celebración acuden por primera vez este año 2015 autoridades civiles de primer orden: el primer ministro Irakli Garibashvili y el ministro de Cultura Mikheil Giorgadze. El primer ministro incluso ha emitido una declaración de felicitación a los fieles deseando “fuerza espiritual y unidad en el país”.
En esta fiesta la túnica se lleva a la Iglesia del Icono de Santa María de Vlakerna, donde los fieles pueden besarla y tocarla.
Esta sería, según la Iglesia Ortodoxa de Georgia, la tela que cubrió como túnica, hace dos mil años, el cuerpo de la Virgen María, un cuerpo que nunca llegó a pudrirse porque fue elevado al Cielo
Normalmente la reliquia se guarda en el Museo, con otras reliquias e iconos recogidos de varias iglesias y monasterios en el periodo entre 1923 y 1936. Suele exhibirse junto con huesos que son declarados reliquias de San Juan Bautista y San Jorge.
Tras la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma al Cielo (que las iglesias orientales llaman la Dormición) esta túnica se guardó, según la Iglesia georgiana, en una iglesia griega, hasta que fue entregada al emperador bizantino León I el Tracio (457-474 d.C.), que hizo construir un monasterio en el barrio constantinopolitano de Blaquerna sólo para albergar y honrar la reliquia. Hay pruebas hasta el siglo XIV de que allí se mantuvo la tela.
En algún momento tras la caída del Imperio Bizantino, se dice que un arzobispo llevó la preciada tela a Georgia, para protegerla de los musulmanes otomanos. Se guardó en el Palacio Dadiani de Zugdidi, y luego en el monasterio de Khobi. En 1936 volvió al Palacio Dadiani.
La tradición dice que esta fue la túnica de la Virgen a la que se atribuye la salvación de Constantinopla de dos invasiones, una de sarracenos y otra, se dice, de egipcios.
En Georgia se le recuerda por una historia de 1891. Unos bandidos robaron la tela, y toda la población la buscó sin éxito. Tres días después fue hallada porque una luz sobrenatural señaló el lugar brillando en el bosque.
El cristianismo tiene una larga historia en Georgia. Se convirtió en religión oficial del estado caucásico de Kartli (que los romanos llamaban Iberia) en el año 337 d.C, por el apostolado de Santa Nino de Capadocia (aunque en realidad era griega de Colosas).
Según la leyenda, Santa Nino acudió a evangelizar la Iberia caucásica porque se le apareció la Virgen María en una visión y le dio una cruz hecha de madera de sarmiento diciéndole: "Vete a Iberia y cuenta allí la Buena Nueva del Evangelio de Jesucristo, y encontrarás favor ante el Señor. Y yo seré tu escudo contra todos tus enemigos visibles e invisibles. Por la fuerza de esta cruz, alzarás en esa tierra el estandarte salvador de la fe de mi amado Hijo y Señor".
Hoy Georgia cuenta con 4,5 millones de habitantes y pese a las décadas de dictadura comunista mucha gente mantuvo la fe cristiana. Un 84% de la población se declara miembro de la Iglesia Ortodoxa Georgiana, y un 4% son de la Iglesia Ortodoxa Armenia. El 10% de población musulmana es de etnia azerí o es originaria de las zonas musulmanas del Cáucaso.
(Publicado originariamente en www.carifilii.es)
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