Del 20 al 27 de agosto de 2019, por tercer año consecutivo, el festival de música Sounding Jerusalem vuelve a dar vida a los lugares más pintorescos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, este año en colaboración con el Instituto Magnificat de la música de la Custodia de los Tierra Santa, con sede en Jerusalén.
El festival Sounding Jerusalem se celebró por primera vez en 2006. Originalmente, la persona detrás de él y el actual director, el violonchelista austríaco Erich Oskar Huetter, lo celebraron en Jerusalén, Israel y Palestina, dándole una tarea humanista y un subtexto político. "El festival", comentó Huetter, "fue concebido como una provocación artística y musical a la división: ignoramos los muros divisorios, reales y mentales, para mostrar que todos podemos crear mundos de ilusión y convencernos de que le dan más sentido a la vida. que enfrentarse a la realidad ". El Festival continuó de esta manera durante algunos años antes de que el propio director lo pusiera fin.
Reanudado hace solo tres años bajo una nueva luz, el festival hoy tiene como objetivo innovar la música de cámara y promover el diálogo con los demás, contribuyendo, con la música, a la interacción y el respeto, la colaboración y la comunicación, independientemente de los aspectos religiosos étnicos, sociales y personales. . "Cuando regresamos nos encontramos con el Magnificat", dijo Huetter. "Lo que encontramos en el Instituto es alto, diría que es un nivel profesional, artístico y educativo. Esta asociación, que ha durado tres años pero se concretó este año de una manera más completa, no solo es burocrática sino que también se refiere a las relaciones humanas "Los estudiantes y los maestros son personas con las que compartimos algo, a partir de la experiencia musical y cuanto más nos conocemos, más nos ayudamos".
El Instituto Magnificat de Jerusalén, fundado en 1995 y vinculado al Conservatorio de Música "A. Pedrollo" de Vicenza (Italia) es un centro de excelencia para la música que ofrece acceso a profesiones musicales en los campos de la educación, las artes, los conciertos y la liturgia, adoptando los programas de enseñanza del Conservatorio para todos los niveles de la enseñanza básica. Lo siguiente se enseña en el Magnificat: piano, violín, viola, violoncello, órgano, canto, guitarra, composición, flauta, percusión, música coral, solfeo e historia de la música. El Instituto y sus maestros trabajan para permitir una experiencia musical diferente y fomentar una carrera en la música para los jóvenes locales, fomentando el diálogo entre los diferentes entornos sociales sin crear ninguna diferencia. La interacción con el Festival, dice el p. Alberto Pari Director del Magnificat, inicialmente solo era logístico, teniendo en cuenta que las instalaciones escolares no se utilizan en agosto debido a las vacaciones de verano. "Luego sugirieron algunas clases magistrales para que algunos de los estudiantes más avanzados se materializaran en un posible concierto que, desde entonces, se lleva a cabo todos los años. Por nuestra parte, siempre ha habido un gran enriquecimiento: los estudiantes se enfrentan cara a cara con nuevos estímulos, nuevos desafíos y nuevos docentes en un contexto altamente profesional ".
"Es una experiencia profesional muy importante para los jóvenes, tanto a nivel educativo como musical", comenta el Padre Pari, "porque les permite conocer a muchos jóvenes músicos con un fondo diferente al suyo, pero que tienen el mismo pasión. Todos emergen enriquecidos y motivados de esta experiencia ".
Giovanni Malaspina
Crédito de la foto: Christian Jungwirth
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