En su habitual encuentro con los medios de comunicación en el avión que le llevaba de vuelta a Roma tras su viaje a Rumanía, el papa Francisco ha asegurado que cada vez que se encuentra con Benedicto XVI «siento la savia de las raíces que me vienen y me ayudan a seguir adelante»
(InfoCatólica) El Pontífice respondió a una pregunta de Eva Fernández, periodista de la cadena Cope:
Santo Padre, ayer en el encuentro con los jóvenes y las familias ha insistido de nuevo en la importancia de la relación entre los abuelos y los jóvenes a fin que los jóvenes tengan raíces para ir hacia adelante y los abuelos puedan soñar. Usted no tiene una familia cercana, pero ha dicho que Benedicto XVI es como tener un abuelo en casa. ¿Aún lo ve así?
Y más. Cada vez que voy donde él a visitarlo lo siento así, le tomo la mano y le hago hablar. Habla poco, habla despacio, pero con la misma profundidad de siempre, porque el problema de Benedicto son las rodillas, no la cabeza. Tiene una gran lucidez. Y sintiéndolo hablar me vuelvo fuerte, siento la savia de las raíces que me vienen y me ayudan a seguir adelante. Siento esta tradición de la Iglesia que no es una cosa de museo la tradición. La tradición es la raíz que te dan el zumo para crecer, y tú no serás como la raíz, no; tú florecerás, el árbol crecerá y dará los frutos, y las semillas serán las raíces para los demás. La tradición de la Iglesia está siempre en movimiento
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