El Cardenal Gerhard Müller, Prefecto Emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, afirmó que la fe en Jesucristo es la verdadera modernidad, durante el Simposio “Por el Reinado final de Cristo Rey” organizado por la Unión Seglar con motivo de los 50 años de su fundación y que tuvo lugar en Barcelona del 21 al 24 de junio.
En el evento, el Cardenal Müller participó con una ponencia titulado “El reino de Dios hoy”, en la que resaltó que “el cristianismo no necesita acomodarse a la modernidad ni conquistar denodadamente en la postmodernidad un espacio para sobrevivir. Pues la fe en Dios, revelado en Jesucristo, es la verdadera modernidad, la actualidad no superada de libertad, vida y amor”.
Además subrayó que “el conocimiento de la voluntad salvífica universal de Dios, en la persona y la obra de Cristo, no puede ser sobrepasado por ningún avance en el conocimiento empírico-científico del mundo y en las condiciones materiales de la vida, ni puede ser erosionado por ninguna reflexión transcendental sobre las condiciones y límites de nuestro pensamiento definitivo”.
En ese sentido también recordó las consecuencias que han tenido los sistemas sociales que han pretendido apartar al hombre de Dios y que “han robado a millones de personas el verdadero consuelo que necesitan”.
“El odio a la vida en las sociedades del este, con la matanza de seres humanos por nacer, igual que ancianos y enfermos, es solo el resultado de la ‘muerte de Dios’ en el corazón, tras la cual todo está permitido. La ausencia de Dios hace a uno malvado”, denunció el Prefecto Emérito
De ahí la importancia de la Iglesia como Cuerpo de Cristo, ya que según precisó “fue fundada por Cristo como signo e instrumento de su voluntad salvífica, para liberar al mundo del sufrimiento y la violencia, para liberar a los hombres de la degradación y la explotación, y para redimirlos del pecado, de la muerte y del Maligno” y subrayó que “la Iglesia no es ni una cosa con el mundo ni tampoco el proyecto contra él”.
“La Iglesia ha sintonizado siempre con las diversas lenguas, mentalidades y culturas. Le obliga a ello su origen pentecostal. Pero precisamente por esto, ella es en todos los pueblos el único pueblo de Dios, en camino hacia la meta común de la humanidad”, explicó el Cardenal.
En ponencia, el Purpurado alemán también explicó que “un hecho ineludible de nuestra experiencia y de nuestra razón es que el ser humano busca la Verdad, y su felicidad la encuentra solo en la unidad con el bien”.
Por eso ante los momentos actuales de descristianización de la sociedad, a pesar de que en ocasiones “la falta de interés es tan grande que ya no hay oposición”, el Cardenal animó a seguir trabajando por la evangelización y “aumentar el nivel de la formación religiosa” para que el cristianismo se convierta en una “base común de valores éticos y culturales”.
También advirtió del peligro del relativismo imperante en la sociedad que alega que la Verdad no se puede conocer.
Por eso el Cardenal subrayó que “el vacío que se origina con la renuncia a las cuestiones fundamentales sobre Dios, el mundo y el hombre se llena en realidad con ideologías políticas y sociales de carácter totalitario que, renunciando a la verdad, tienen que eliminar también la libertad”.
En declaraciones a ACI Prensa, el Cardenal Müller recordó la importancia de los movimientos espirituales dentro de la vida de la Iglesia, en relación con el 50 aniversario de la fundación de la Unión Seglar.
“Aunque normalmente es en las parroquias donde se realiza la vida eclesial en las diócesis, los movimientos también son muy importantes porque es donde la mayoría de los católicos pueden profundizar en su vida eclesial, rezando juntos, y también profundizando en el conocimiento de la fe de la confesión católica”, aseguró.
El Prefecto Emérito alertó luego sobre los efectos de la “secularización y la descristianización activa” y explicó que “muchos quieren negar las raíces cristianas de Europa, quieren hacer una Europa solo para el mercado o de los valores materiales, pero dejan fuera los valores sobrenaturales y existenciales, la fe, la esperanza y el amor”-
Como modo de combatir esta descristianización de la sociedad, el Purpurado animó a profundizar en la fe. “Hay que rezar mucho, también leer mucho sobre nuestra fe, para ser capaces de dar respuestas a los desafíos, a las dudas que existen en el mundo de hoy, pero sobre todo se convence a la gente con nuestra vida”, declaró a ACI Prensa.
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