Los días 23 y 24 de junio de 2019 también fueron días dedicados a San Juan Bautista en Jerusalén, con celebraciones en los lugares donde su presencia sigue siendo un recuerdo en el área de EinKarem, a unos ocho kilómetros al oeste de la Ciudad Vieja.
El primer día de las celebraciones tuvo lugar en el santuario de San Juan del Desierto, con las Primeras Vísperas presididas por el Vicario Custodial, el Padre. DobromirJasztal. La figura de Juan el Bautista está estrechamente relacionada con el desierto, un lugar de la vida ascética y, a la luz de la historia de Israel, el lugar donde se encuentra la gracia de Dios. De acuerdo con la profecía de Isaías, precisamente desde el desierto, había llegado el precursor del Mesías.
El santuario de San Juan del Desierto conmemora el lugar donde el precursor pasó su infancia y los años de preparación para el ministerio público, como lo recuerda el pasaje de Lucas: "el niño creció y se fortaleció en espíritu y estuvo en el desierto hasta el día" de su manifestación a Israel "(Lucas 1, 80). La iglesia y el convento, diseñados por el arquitecto Antonio Barluzzi, se inauguraron en 1922.
"Muestre en obras su conversión, este es el imperativo que proviene del anuncio de Juan el Bautista", dijo el Vicario, concluyendo su comentario sobre el Evangelio. "El mensaje de Juan no pertenece al pasado; es necesario para todos los que quieran llegar a Jesús. El cambio y la conversión son necesarios en todo momento, más que nunca en nuestros tiempos".
Al día siguiente, por la tarde, se celebró la Santa Misa en la capilla situada junto a la Iglesia que conmemora el lugar de nacimiento de San Juan, actualmente cerrado por restauración, en el convento de San Juan en las montañas. La celebración eucarística, presidida por el Custodio de Tierra Santa p. Francesco Patton, terminó con la procesión a la gruta que se cree que es el lugar donde nació el Santo y la lectura del Evangelio según Lucas en el que se cuenta el nacimiento de Juan el Bautista y la imposición de su nombre. "Tan pronto como Zacarías confirmó que el niño iba a llamarse Juan, su lengua fue liberada y comenzó a bendecir a Dios porque" Dios visitó y trajo la redención a su pueblo ", recordó el Padre Patton en el Sermón. Nos identificamos con la vocación de Juan y su misión ". concluyeron los Custos. "Pedimos que la gracia sea hoy la voz que anuncia la venida de la Palabra, el dedo que apunta a la presencia del Cordero de Dios, que puede disminuir hasta el punto de desaparecer para que Jesús pueda crecer en la vida de su Dios. hermanos ".
Giovanni Malaspina
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