Funcionarios locales del Ayuntamiento de Montreal (Canadá) anunciaron que retirarán un crucifijo que permanece colgado en la cámara del concejo de Quebec desde 1937, para realizar un proyecto de renovación y que este nunca volverá a ser colocado.
El anuncio se dio durante una reunión del Consejo Ejecutivo esta semana. "El crucifijo se instaló durante una era que es completamente diferente a la que vivimos hoy", dijo Laurence Lavigne-Lalonde, concejal de la ciudad, según CTV News Montreal.
"Ahora vivimos en una sociedad que ha evolucionado y está representada por instituciones democráticas que deben ser seculares, neutrales y abiertas a todos los ciudadanos", agregó.
Por su parte, la Arquidiócesis de Montreal recordó en un comunicado que el crucifijo es un símbolo de las raíces cristianas de Canadá y no es necesario retirarlo en una sociedad religiosamente pluralista.
“Como un signo venerado por los cristianos, el crucifijo sigue siendo un símbolo viviente. Simboliza la apertura y el respeto hacia todos los pueblos, incluyendo otras comunidades de fe y tradiciones religiosas, que se adhieren correctamente a sus propios signos y símbolos", dijo el Arzobispo local, Mons. Christian Lépine.
"Sin embargo, nada nos prohíbe, ni nuestras respectivas creencias, a estar presentes en el espacio público y en una actitud de respeto y apertura, ya que compartimos la misma humanidad común", agregó en el comunicado.
También manifestó que "cuando se trata de transmitir valores espirituales y comunitarios en un espíritu de unión y solidaridad, el crucifijo está cargado de significado, expresando y encapsulando lo que fortalece a la población de Montreal desde su fundación, un legado del cual podemos sentirnos orgullosos".
Otro funcionario que apoyó el anuncio fue la alcaldesa de Montreal, Valerie Plante. “Creo realmente y en base a la discusión que se ha hecho en el pasado, no tiene que estar (el crucifijo) en el ayuntamiento porque es una institución secular”, dijo en la reunión.
Añadió que "este es un lugar donde tomamos decisiones y originalmente se colocó allí para apoyar la toma de decisiones. Creo que estamos en un momento muy diferente ahora".
Según CBC, Plante dijo que la decisión es un "reconocimiento del papel del secularismo en la institución, y para mí, hay una clara distinción entre el secularismo individual e institucional".
Los problemas de libertad religiosa y la exhibición de símbolos religiosos han sido temas destacados en Canadá recientemente, y la decisión de Montreal provocó un debate en curso sobre el crucifijo.
Según CBC, el premier François Legault de Quebec ha defendido previamente el lugar del crucifijo en la Asamblea Nacional de la provincia, a pesar de respaldar recientemente la presentación de un proyecto de ley que prohibiría el uso de símbolos religiosos por parte de las autoridades civiles, como los collares cruzados o los hiyabs.
Sin embargo, después de la decisión de Montreal, se mostró reacio. "Hay buenos argumentos a favor y algunos en contra, y ahora tenemos un debate. Tenemos que encontrar un compromiso", dijo Legault a CBC. "Acepto la decisión de la ciudad de Montreal".
Por otro lado, el ministro de Inmigración, Simon Jolin-Barrette, de Quebec, quien respaldó el proyecto de ley de símbolos religiosos, dijo a CTV News que la Asamblea Nacional no tiene que seguir la decisión de Montreal de retirar su crucifijo.
"Pueden hacer lo que quieran al respecto. La Asamblea Nacional siempre ha decidido mantener (el crucifijo) y esa es la posición del Gobierno porque es un símbolo (histórico)", dijo.
Los funcionarios también manifestaron que quitarán otro crucifijo que está colgado en una habitación diferente en el ayuntamiento.
Traducido y adaptado por Carla Marquina. Publicado originalmente en CNA.
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